Benedicto XVI proclamó hoy beato a su antecesor, Juan Pablo II (1920-2005), en una solemne ceremonia que se celebró en la plaza de San Pedro del Vaticano, y a la que asisteron más de un millón de personas de todo el mundo.
La basílica de San Pedro estará abierta mientras que dure el flujo de fieles, para permitir que los cientos de miles que esperan puedan rezar ante el primer pontífice polaco de la historia. Una vez concluida las celebraciones, el féretro será trasladado a una capilla del templo vaticano, para permitir una mayor afluencia de fieles en el futuro.