"Está en juego la democracia, pues su fortaleza descansa en la confianza de los ciudadanos. Está en juego la legitimidad de los negocios y del mercado", sostuvo la mandataria.
Bachelet, cuyo hijo Sebastián Dávalos también es investigado por "tráfico de influencias", aseguró que el objetivo de este esfuerzo es lograr un acuerdo "histórico" para regular la relación entre negocios y política.
El Consejo Asesor, integrado por 16 académicos y politólogos, tendrá 40 días para entregar una propuesta, la que será presentada al Congreso para su aprobación "inmediata".
En la ceremonia, a la que asistieron los líderes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria, Bachelet admitió que en los casos de corrupción "se han visto involucrados empresas, partidos políticos, dirigentes y también servidores públicos", en alusión a su hijo.
"Es una situación grave, a la que todos juntos tenemos que ponerle freno, por el bien de nuestra democracia, por la equidad que debemos a los ciudadanos y por nuestra oportunidad de ser un país desarrollado", añadió la presidenta.
"Quienes hemos recibido la confianza de la ciudadanía debemos responderles con transparencia", insistió la gobernante y pediatra socialista.
En las últimas semanas diversos casos de fraude fiscal, lavado de activos, cohecho y falsificación tributaria llegaron a la Justicia, involucrando a líderes políticos de gobierno y oposición, además de empresarios.
Los tribunales decretaron ya la prisión preventiva (temporal) de los dueños y gerentes del banco Penta, además del ex viceministro de Minería del gobierno de Sebastián Piñera, el economista Pablo Wagner.
La Fiscalía además allanó ya la casa del hijo de Bachelet y procedió también a abrir un juicio contra el senador independiente Carlos Bianchi.
El oficialista senador demócrata cristiano Andrés Zaldívar, ex presidente de la Cámara Alta, calificó de grave la situación, comparándola incluso con el proceso de las "Manos Limpias", juicio que colapsó el sistema político italiano años atrás. (DPA)