Los resultados de las elecciones primarias del domingo pasado, que dejaron un contundente triunfo de la expresidenta en el pacto Nueva Mayoría y una estrecha ventaja del exministro de Economía en el pacto Alianza, han generado varias reacciones en ambos bloques políticos.
En la oposición, Bachelet empezó hoy las actividades en terreno de cara a las presidenciales del próximo noviembre con una visita a un hogar de ancianos en Santiago, acompañada por el precandidato de la Democracia Cristiana (DC), Claudio Orrego.
"Somos todos parte del mismo proyecto transformador", dijo la exmandataria (2006-2010).
Orrego fue el principal damnificado en las primarias de la oposición al obtener el 8.86 por ciento de los votos y quedar en el tercer lugar por detrás del independiente Andrés Velasco.
El democristiano fue el primer candidato en felicitar a Bachelet el domingo y expresó la disposición de su partido a trabajar para que la líder socialista consiga la reelección en noviembre.
Los otros precandidatos opositores también respaldaron a la exmandataria, aunque no tendrán tanto protagonismo en la campaña electoral.
Velasco, que fue ministro de Hacienda de Bachelet, anunció antes de la votación que si no ganaba las primarias no formaría parte del nuevo Ejecutivo si la oposición gana las presidenciales.
Y José Antonio Gómez, del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), cuarto en la elección primaria, seguirá enfocado en su labor de senador hasta el final de la legislatura.
Bachelet, por su parte, ha hecho guiños a la DC, uno de los pilares de la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó en Chile desde 1990 a 2010.
La exdirectora de ONU Mujeres ha señalado que tendrá en cuenta las propuestas de sus rivales en las primarias a la hora de elaborar su programa de Gobierno, aunque ha aclarado que ella tomará las decisiones finales.
En el bloque oficialista las aguas están revueltas. Los líderes de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y de Renovación Nacional (RN) tratan de cerrar las heridas que dejó en la alianza el resultado de las primarias.
Los medios locales se hacen eco estos días de un fuerte encontronazo que protagonizaron el día de las elecciones el candidato derrotado de RN, Andrés Allamand, y Joaquín Lavín, el jefe de campaña de Pablo Longueira, de la UDI.
Allamand, que perdió con el 48.62 por ciento de los votos, acudió el domingo por la noche a la sede de la UDI para felicitar en privado a Longueira.
Según la versión de algunos medios, Lavín pidió a Allamand que saliera al balcón del edificio junto a Longueira para apoyar públicamente al candidato de la UDI.
El exministro de Defensa encaró a Lavín y le pidió que dejara de humillarlo, antes de abandonar raudo la sede de la formación política.
Allamand y Longueira compartieron este martes un café para dar una señal de unidad, aunque algunos dirigentes de RN han reclamado que Lavín no participe en las negociaciones que se llevarán a cabo en los próximos meses sobre temas relacionados con los comicios presidenciales y parlamentarios.
"Joaquín Lavín entró como francotirador en el comando de Pablo Longueira", aseguró hoy en CNN Chile el diputado de RN, Cristián Monckeberg.
En los próximos días, ambas formaciones crearán un equipo de trabajo para diseñar un programa de Gobierno común. (EFE)