Tilley, de 19 años, y Chitty, de 20, fueron secuestradas a principios de junio en la segunda mayor ciudad del país, Kumasi, en el centro del país subsahariano, unos 250 kilómetros al norte de Accra.
Las dos estaban realizando labores de voluntariado con la organización Youth Challenge International (YCI) cuando fueron secuestradas en el Royal Golf Club de Kumasi.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá señaló en un comunicado que "el Gobierno está aliviado al confirmar que las dos canadienses que habían sido secuestradas en Ghana han sido liberadas".
"Nos gustaría agradecer al Gobierno de Ghana su cooperación en la resolución de este caso", añadió.
Youth Challenge International, que identificó hoy a las dos estudiantes, señaló en un comunicado publicado en su página web que "fueron rescatadas a primeras horas de hoy por la Policía de Ghaha. Están a salvo y tanto la Policía como el Gobierno de Ghana están garantizando la protección de las jóvenes en Ghana".
YCI también expresó "su gran gratitud a la Policía y el Gobierno de Ghana y el Gobierno de Canadá por todo su apoyo y acciones durante todo este periodo extremadamente difícil".
La organización añadió que Tilley y Chitty no habían sufrido heridas pero estaban recibiendo apoyo "emocional y psicológico" de profesionales.
"Los informes médicos dicen que las dos no han sufrido lesiones físicas", dijo YCI.
Según medios de comunicación canadienses, Kumasi ha sufrido una oleada de secuestros de ciudadanos extranjeros en los últimos meses.
En abril, un ciudadano de la India fue secuestrado en la ciudad, aunque fue posteriormente liberado. El pasado mes, medios ghaneses informaron también del secuestro en Kumasi de un cónsul estonio, quien después fue rescatado por la Policía.
Tras el último secuestro de un ciudadano extranjero, el presidente del país, Nana Akufo-Addo, ordenó una ofensiva para aumentar la seguridad en la región.
"Estamos todos preocupados con este fenómeno de los secuestros. Estoy totalmente determinado y se han tomado las decisiones" para lidiar con la actividad criminal.
Los secuestros en Kumasi han sido vinculados con organizaciones criminales que demandan el pago de rescates y no con militantes.