Horas antes, el líder de la ANP, Mahmoud Abbas, adelantó que este sábado se declararía un día de luto nacional tras la muerte de los manifestantes palestinos durante los disturbios del 42 aniversario del Día de la Tierra que tuvieron lugar cerca de la zona fronteriza.
La Autoridad Palestina es una organización administrativa autónoma que gobierna transitoriamente desde 1994 en la Franja de Gaza y parte de Cisjordania.
Más de mil 400 personas resultaron heridas luego de que las fuerzas israelíes dispararan municiones reales contra los manifestantes y usaron gases lacrimógenos para expulsarlos de una cerca fuertemente fortificada, según el Ministerio de Salud palestino.
La manifestación conmemoró el Día de la Tierra , que tuvo lugar el 30 de marzo de 1976, cuando las fuerzas israelíes mataron a seis ciudadanos palestinos desarmados durante una protesta contra la decisión del gobierno de Tel Aviv de expropiar extensiones masivas de tierras, propiedad de palestinos.
Los organizadores de la marcha, llamada la Gran Marcha del Retorno, dijeron que el principal mensaje de la manifestación era llamar al derecho del regreso de los refugiados palestinos a sus tierras.
Alrededor del 70 por ciento de los dos millones de habitantes de Gaza son descendientes de palestinos que fueron expulsados ??de sus hogares en los territorios ocupados por Israel durante la guerra de 1948, conocida por los árabes como la Nakba.
Los manifestantes en Gaza se reunieron en cinco lugares diferentes a lo largo de la frontera, originalmente ubicados a unos 700 metros de la cerca.
Según el ministerio, la mayoría fueron heridos en fuego real, balas de acero recubiertas de goma e inhalación de gases lacrimógenos.
Soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) utilizaron gases lacrimógenos disparados por drones, mientras francotiradores realizaron decenas de tiros para evitar que los protestantes rompieran la valla.
Un vocero militar de las FDI puntualizó que las tropas estaban "disparando contra los principales instigadores" para disolver disturbios, luego que bombas de gasolina y piedras fueron arrojadas contra la valla.
El Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), que gobierna desde hace más de una década el enclave de Gaza, había asegurado que sería una marcha pacífica y que emplazaría a sus fuerzas de seguridad a 800 metros de la valla que separa a la franja de Israel para evitar incidentes.
Por su parte, Israel llevaba toda la semana lanzando mensajes de advertencia, incluido el lanzamiento de panfletos sobre la franja, asegurando que el ejército no permitía que nadie se aproximase a menos de 300 metros de la frontera.
Las protestas durarán 45 días y terminarán el 15 de mayo, para que coincida con la conmemoración del que los palestinos llaman día de la Nakba, que marca el desplazamiento de cientos de miles de palestinos durante el conflicto que rodeó la creación del Estado de Israel en 1948.
Por su parte, Naciones Unidas pidió una investigación independiente y transparente sobre los violentos enfrentamientos en Gaza entre las fuerzas de seguridad israelíes y los manifestantes palestinos, que dejó 17 personas muertas y otras miles resultaron heridas.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a todos los implicados a evitar actos que puedan causar nuevas víctimas y poner en peligro a los civiles, indicó en un comunicado su viceportavoz, Farhan Haq.
Esta tragedia, apuntó el secretario general, evidencia la urgencia de revitalizar el proceso de paz, cuyo objetivo es crear condiciones para la reanudación de las negociaciones en busca de una solución que permita a palestinos e israelíes vivir uno al lado del otro en paz y con seguridad.
A petición de Kuwait, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró una reunión de emergencia a última hora del viernes, pero no llegó a un acuerdo sobre una declaración conjunta.
Al término del encuentro, la ONU expresó su temor de que la situación siga deteriorándose en los próximos días.
El vicejefe de Asuntos Políticos, el etíope Taye-Brook Zerihoun, llamó a Israel a asumir sus responsabilidades en el marco de la ley internacional y reiteró que la fuerza letal debe ser utilizada solo como último recurso.
Asimismo, recordó que los civiles, especialmente los menores, no deben ser considerados objetivos militares.