En total, 22.6 millones de estadunidenses, equivalentes al 8.9 por ciento de la población, consumieron drogas ilícitas en 2010, arriba del 8.7 por ciento de la población que lo hizo en 2009 y el 8.0 por ciento en 2008, indicó el sondeo.
El reporte dio cuenta también del alza en el acceso a las drogas entre la población de 18 a 25 años, que de un 19.6 por ciento en 2008 pasó a un 21.2 por ciento en 2009 y 21.5 por ciento el año anterior.
Esta cifra, calificada como “una preocupante tendencia”, fue empujada por un mayor consumo de mariguana, de acuerdo con el estudio.
La encuesta de la Administración de Servicios para la Salud Mental y el Abuso de Sustancias (SAMHSA), dependiente del Departamento de Salud, mostró que más estadunidenses optan por la mariguana que por drogas sintéticas.
Entre los jóvenes hispanos el uso de estupefacientes entre 2008 y 2010 se incrementó en un 43 por ciento, en tanto que entre los jóvenes afroamericanos la cifra alcanzó el 42 por ciento.
La Encuesta Nacional de Salud y Uso de Drogas mostró que el año pasado 17.4 millones de estadunidenses mayores de 12 años de edad fumaron mariguana, comparado con los 14.4 millones de 2007.
De acuerdo con la SAMHSA, el notable incremento en el consumo de mariguana fue el factor detrás del aumento en general en el uso de drogas el año pasado, respecto de 2009.
“Esta nación no puede aceptar el riesgo de aceptar perder más personas, familias y comunidades por el abuso de drogas y otros tipo de sustancias”, dijo la titular de la SAMHSA, Pamela S. Hyde.
Mientras tanto, el uso de drogas como las metanfetaminas se redujo en casi la mitad, aunque en un periodo más amplio, al pasar de 731,000 consumidores en 2006 a 365,000 el año pasado.
El consumo de cocaína se redujo también el pasar de 2.4 millones de usuarios en 2006 a 1.5 millones el año pasado.
El director de la Oficina de Políticas para el Control de Drogas de la Casa Blanca, Gil Kerlikowske, se dijo alentado por las cifras que dieron cuenta de bajas en el abuso de estos estupefacientes.
“Sé que no podemos detener nuestra marcha frente al problema de las drogas, y es por eso que nuestras políticas están basadas en el reconocimiento de que la adicción de las drogas es una enfermedad que puede ser prevenida de manera exitosa”, expresó Kerlikowske.