Según datos del CIS, 49 activistas fueron asesinados en Colombia en 2010, lo que representa el 55 por ciento de los sindicalistas muertos en todo el mundo por desempeñar esta función.
"Colombia es el país más peligroso del mundo para los sindicalistas", de acuerdo con el informe que la entidad sindical ha preparado para la 100 Conferencia Internacional del Trabajo que se celebra en Ginebra.
También se contabilizaron 20 atentados o intentos de asesinato, en particular contra miembros de los sindicatos del sector minero colombiano.
Otros países especialmente peligrosos para la actividad sindical, conforme al número de víctimas mortales, son Guatemala, con 10 casos de asesinato; Panamá, con 6, y Brasil y Honduras, con 3 cada uno.
Además, "el número de secuestros es impresionante" en Latinoamérica, con más de un centenar según cálculos del CIS, a lo que hay que sumar "amenazas de muerte, ataques y violaciones de domicilios".
Para la confederación, las nuevas leyes para reforzar la protección frente a la discriminación sindical y evitar injerencias en los asuntos de las centrales obreras no han dado los resultados esperados.
La impunidad de la que gozan los autores materiales e intelectuales de esas violaciones ha provocado que la persecución de los representantes sindicales "sea sistemática".
Después de Colombia, fue en Centroamérica donde la actividad sindical resultó más difícil y peligrosa en 2010, particularmente en Guatemala, donde los "asesinatos, amenazas de muerte y detenciones se han convertido en algo habitual".
"Además de la cultura contra los sindicados desarrollada por los empleadores y tolerada por el Estado, puede hablarse prácticamente de una persecución dirigida específicamente contra los sindicalistas", denuncia el informe anual de la CIS, organización con más de 300 centrales afiliadas en 151 países.
Otra situación sobre la que alerta la confederación es la de Honduras, donde "se ha instalado una espiral de violencia y un clima eminentemente antisindical".
"Las amenazas y los intentos de asesinato contra miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, incluidos líderes sindicales y de movimientos populares, han sido frecuentes y tres sindicalistas fueron asesinados", precisa.
Al igual que en Honduras, la confederación afirma que es algo anómalo que en países como El Salvador, Costa Rica o Belice se respeten los derechos sindicales o que éstos sean reconocidos dentro de las zonas francas industriales.
Considera que la subcontratación es un obstáculo importante para el sindicalismo y la negociación colectiva.
De acuerdo con esta organización, en Venezuela numerosos trabajadores fueron despedidos por haber participado en actividades sindicales.
En general, en América Latina la CIS observa que las tácticas utilizadas por los empleadores para reprimir las actividades sindicales (la creación de centrales obreras, la negociación colectiva o las huelgas) son principalmente los despidos arbitrarios, la discriminación y las campañas antisindicales.
El informe denuncia que, en general, las prácticas contra los sindicatos se generalizan, "sobre todo por la deficiente protección de los derechos sindicales por parte de los gobiernos y los tribunales".
Afirma, asimismo, que en muchos países "la negociación colectiva es un fenómeno marginal", sobre todo por la ausencia de un marco legal que la promueva y proteja.