Mientras en la capital Pekín la situación mejoró hoy con la entrada de viento fresco, la situación en las provincias de Jiangsu, Zhejiang, Anhui, Hebei y Shandong, en el este del país y donde viven 360 millones de personas, sigue siendo siendo muy mala, lo que disparó la venta de máscaras y filtros de aire.
El sábado, en la capital de Jiangsu, Nanjing, se dio incluso la alerta roja al subir la contaminación con partículas de polvo a 602 microgramos, 24 veces los límites permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La visibilidad en la ciudad era tan mala que 60 vuelos fueron cancelados, mientras escuelas y jardines de infancia permanecen cerrados desde el jueves.
En Pekín la contaminación se situaba esta mañana en el "peligroso" valor de más de 400 microgramos, pese al viento fresco que hizo caer la medición. En Shanghai, que alcanzó el viernes valores insoportables, se midió el sábado un nivel de 484 microgramos, que hoy bajaron hasta los 181, aún por encima de los límites permitidos.