Con el aumento, la tasa será de 5.277 céntimos por kilovatio/hora y para un hogar con un consumo anual de 3,500 kilovatios/hora los costos suplementarios de la factura eléctrica subirán de unos 125 euros actuales a 185 euros, sin incluir el IVA.
Junto con el aumento de los costos de distribución y otros relacionados con el cambio energético en Alemania, el consumidor alemán se verá enfrentado el año próximo a una subida de la factura eléctrica que podría rondar hasta un 10 por ciento, señalaron los distribuidores.
Asimismo indicaron que el aumento de la tasa está relacionada con el fuerte incremento de la instalación de paneles solares en hogares privados, que alimentan la red y perciben ingresos subvencionados.
Los cuatro distribuidores eléctricos alemanes son los responsables de calcular el porcentaje de energía ecológica que gestionan y del pago a las empresas propietarias de plantas solares, parques eólicos y centrales térmicas de biogas.
Estas perciben ingresos garantizados durante 20 años por cada kilovatio/hora de electricidad, aunque las subvenciones se van reduciendo paulatinamente y acabarán desapareciendo en unos años.