"Un capítulo histórico llega a su fin, una misión intensa que ha exigido e influido en el ejército alemán y en el que ha demostrado su capacidad para el combate", aseguró en un comunicado la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer.
Aprovechó para indicar que ahora es momento de analizar su participación en Afganistán: "Hablaremos abiertamente de lo que estuvo bien y de lo que no estuvo bien y de lo que hemos aprendido. Esto va por el ejército y por mi ministerio. Pero también por el conjunto del Gobierno alemán", afirmó.
En total, desde 2001 han participado en esa misión unos 160,000 soldados alemanes, de los que 59 han muerto. En los últimos meses estaban destacados en Afganistán unos 1,100 soldados alemanes dentro del contingente de 9,600 militares de las fuerzas de la OTAN.
La retirada de las tropas alemanas comenzó en mayo y se aceleró después de que el presidente de EEUU, Joe Biden, anunciase también la salida de todos los militares de su país para el 11 de septiembre.
Los últimos soldados alemanes abandonaron su base en Mazar-e-Sharif (norte de Afganistán) este martes en dos aviones alemanes y otros dos estadounidenses rumbo a su país. En principio los últimos militares alemanes iban a abandonar Afganistán en julio.
La marcha de las fuerzas internacionales se produce pese al deterioro de la situación de seguridad en el país, con los talibanes avanzando y tomando cada vez más distritos. Algunos expertos temen que Kabul pueda caer de nuevo en sus manos en cuanto salgan todos los militares extranjeros.
La invasión de Afganistán por parte de EEUU comenzó menos de un mes después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, que dejaron unos 3,000 muertos.