Wang Anshun subrayó los problemas que causa la enorme densidad de población, los embotellamientos, la industria y la enorme contaminación del aire derivada de esta última. "En la actualidad Pekín no es una ciudad digna de vivir", lo citó el órgano del partido "Diario del Pueblo".
Pese a ello, el control del esmog no es su máxima prioridad en la ciudad de 21 millones de habitantes. "En vista de la llegada masiva de personas a la ciudad, el control de la población es nuestro mayor problema", admitió. Si no se consigue reducir la presión demográfica se hará muy difícil administrar la ciudad, alertó. (DPA)