Entre las víctimas, tres mil murieron en Trípoli (la capital libia), dos mil en Bengazi (la segunda ciudad en importancia del país) y mil en otras ciudades como Zauiya o Zneten, precisó Zeidan en conferencia de prensa.
“Son las cifras que disponemos hasta el momento, pero podrían ser más elevadas”, agregó Zeidan a la prensa en la sede de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
El gobierno libio estima en 300 la cifra de muertos, sin embargo en medios diplomáticos se habla de entre mil y dos mil muertos durante los 16 días de enfrentamientos entre las fuerzas leales al régimen y los opositores que exigen la salidas de Gadafi.
El portavoz de la Liga Libia de Derechos Humanos también denunció que unos tres mil mercenarios africanos estarían en Trípoli y otros tres mil en los alrededores de la capital, dirigidos por dos generales de Chad, para defender el régimen de Gadafi, en el poder desde 1969.
Este balance de víctimas mortales se conoce poco después de que Gadafi pronunció un discurso en el que advirtió que “habrá una guerra sangrienta con miles de muertos” en caso de una intervención militar extranjera.
Gadafi, quien reiteró que resistirá por defender Libia, también llamó a las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a enviar una comisión para investigar las muertes durante la rebelión en su país.