Además del atacante, murieron en el atentado con una bomba escondida en una motocicleta seis guardias de Nepal, India, Kenia y las islas Fiyi. Además, resultaron heridas nueve personas, informó la policía. Los talibanes radical islámicos se atribuyeron el atentado. En un primer momento se había informado que el ataque estaba dirigido a un destacamento policial.
El atacante se voló por los aires frente al portal de salida del complejo edilicio, al norte del aeropuerto de Kabul, donde se encuentran las viviendas de los asesores extranjeros que apoyan al gobierno afgano en la lucha contra las drogas.
Según informes de medios locales, el atacante había trabajado antes en el complejo y al parecer vestía un uniforme de las fuerzas de seguridad.
Por otra parte, en el distrito de Alingar, en el este de Afganistán, murieron en otro ataque cinco civiles y un policía, informaron las autoridades. Su vehículo fue atacado a tiros hoy por la noche por rebeldes, dijo el portavoz del gobierno provincial, Sarhadi Sowak.
En la provincia de Badajshán, en el norte de Afganistán, murieron de acuerdo con fuentes oficiales en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad afganas 15 talibanes.
En varios atentados y combates entre fuerzas de seguridad y extremistas hubo en los últimos días más de 70 muertos.
La violencia en Afganistán aumentó significativamente antes de que expire la misión de la OTAN a fines de año. También genera inestabilidad en el país que aún no se haya declarado a un ganador de las elecciones presidenciales. El 17 de julio, la Comisión Electoral comenzó con el recuento de los 8,1 millones de votos emitidos. (DPA)
