Urgen a reformar Ley Federal del Trabajo con perspectiva de género

Legisladoras, funcionarios de gobierno y académicos urgieron a reformar la Ley Federal del Trabajo con perspectiva de género, para disminuir la brecha laboral entre hombres y mujeres, ya que en México sólo 38 por ciento de ellas realiza una actividad remunerada, cifra muy por debajo de la de los varones, que es de 68 por ciento.

Ofrecieron otros datos: de los 35.2 millones de personas que participan en actividades productivas no remuneradas, 9.2 millones son hombres y 26 millones mujeres, y de estas últimas, 20 millones se dedican a labores en el hogar, lo cual, coincidieron, constituye una injusticia y un acto de discriminación.

En el foro “La Situación de las Mujeres en el Trabajo Remunerado y No Remunerado”, organizado por las comisiones de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados y del Senado de la República en el Museo Rufino Tamayo, las diputadas Carolina Monroy del Mazo y Laura Nereida Plascencia Pacheco, ambas del PRI, condenaron esas cifras e insistieron en modificar las leyes para mejorar las condiciones de las mexicanas.

Plascencia Pacheco, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, lamentó que en nuestro país persista el criterio del sexo al momento de asignar los trabajos y responsabilidades, motivo por el cual, dijo, urge una reforma laboral en pro de muchas mujeres que siguen enfrentado distintos panoramas y obstáculos.

Instó a apresurarla para cumplir con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual específica, en una de sus metas, que en el desarrollo de la economía los países debe hacer partícipes a hombres y mujeres en un porcentaje similar, esto es, 50-50.

Monroy Del Mazo, secretaria del mismo órgano colegiado, enfatizó que es necesario “remontar el pasado” con leyes claras y contundentes que permitan a la mujer consolidar sus derechos. Además, se precisa de un cambio en la forma de pensar de los tres órdenes de gobierno y de la sociedad, ya que son agentes importantes de transformación.

En otras palabras, se requiere “desmantelar todo el andamiaje que nos ha sometido, a lo largo de décadas, a una circunstancia de agotamiento de nuestros derechos, y a un proceso de discriminación y exclusión social”, expresó a los asistentes al foro.

En su participación, el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Alfonso Navarrete Prida, consideró que de todos los rostros de la población en México, el de las mujeres representa mejor a la desigualdad.

Refirió que mientras el 70 por ciento de los hombres concentra el ingreso laboral de los hogares, ellas sólo conservan el 30 por ciento restante. Además, la diferencia de pago en los trabajos también es alarmante: en nuestro país, el hombre gana 22 por ciento más en comparación a la mujer.

Según el Foro Económico Mundial, comentó, la brecha de género global en materia de igualdad laboral y salarial, se cerró apenas 3 por ciento en 10 años, lo que sugiere que serían necesarios 118 años para desaparecer esta brecha por completo. Ante ello, Navarrete Prida urgió a cambiar las reglas, implementar políticas afirmativas y redoblar esfuerzos en pro de la mujer.

Marcela Eternod Arámburu, secretaria ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, instancia que también organizó el evento, dio a conocer otro dato relevante: el aporte económico del trabajo no remunerado de mujeres y hombres representa una cantidad similar al 24.2 por ciento del PIB, del cual entre el 18 y el 19 por ciento lo aportan las mujeres.

Sin embargo, la mujer trabaja en promedio 68.5 horas a la semana (contando empleo y quehaceres domésticos), 12.9 horas más que los varones.

La funcionaria también instó a cambiar la situación de las mujeres en el ámbito remunerado y no remunerado, a identificar inconsistencias en la legislación vigente y armonizar la Ley Federal del Trabajo con la General de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia, ya que los huecos legales no permiten superar la desigualdad de género y la condición de desventaja en la que viven las mexicanas.

La presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Alexandra Haas Paciuc, informó que entre 2011 y 2016, la dependencia a su cargo recibió mil 726 quejas de mujeres, 76 por ciento de los cuales por actos de discriminación laboral; la mayoría se debió a que los patrones les exigían pruebas de embarazo.

A este tipo de inconvenientes se suma el hecho de que “las políticas laborales y de seguridad social, asumen que, además del trabajo que desempeñe, la mujer debe cubrir las necesidades familiares de forma gratuita”, como el cuidado de los hijos, de algún enfermo o adulto mayor, y el aseo de la casa.

Señaló que la contribución de los hombres en el hogar, todavía es escasa: sólo el 9.1 por ciento de ellos la limpia y lava su ropa y la de su familia, y únicamente el 26.1 por ciento prepara alimentos.