Es posible que las acciones de la Marina en el Mediterráneo comiencen en las próximas semanas, señaló hoy la representante de Política Exterior y de Seguridad del bloque, Federica Mogherini, al inicio de un encuentro en Bruselas de ministros de Exteriores y Defensa.
Mogherini dijo que espera que los países de la UE le den luz verde para seguir adelante con la planificación.
La cuestión es controvertida. "Hay muchas preguntas difíciles que responder, y problemas legales que resolver. La puesta en marcha concreta no se decidirá hoy, pero estoy segura de que avanzaremos mucho", comentó al inicio del encuentro la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen.
Mientras que en Alemania no hay un apoyo claro a la medida, sí se muestran a favor Francia, Reino Unido e Italia, que quieren destruir de manera orgzanizada en Libia los barcos utilizados para el transporte de los inmigrantes antes de que puedan ser usados. Sin embargo, para poder hacerlo se necesita una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o el permiso del gobierno de Libia.
"No he visto gran resistencia política", dijo Mogherini respecto de las conversaciones que ha tenido con los representantes del Consejo de Seguridad.
Fuentes de la UE explicaron que la operación militar constituiría en hacer uso en primer lugar de todos los instrumentos de reconocimiento disponibles -como satélites- para seguir los movimientos de las bandas de traficantes de personas en Libia. Luego los barcos se podrían confiscar o incluso destruir, preferentemente cuando los inmigrantes aún no hay subido a bordo.
Se cree que el 80 por ciento del tráfico de personas en el Mediterráneo parte de Libia, un país sin gobierno y sumido en un conflicto civil. Miles de personas murieron en los últimos años en peligrosas travesías desde Libia a Europa. Tan sólo en los primeros cuatro meses de este año habrían perecido 1.780 refugiados, según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). La mayoría llega a Italia, que se encuentra desbordada por la llegada de personas.
El responsable de Inmigración del gobierno alemán, Aydan Özoguz, y el secretario de Estado del Ministerio del Exterior, Michael Roth, alertaron de que las crisis en los países de origen de los refugiados no se solucionan con alambrados en las fronteras exteriores de la UE. "Tenemos que combatir las causas por las que huyen, no a los refugiados", escribieron en un artículo para la edición de hoy del "Frankfurter Allgemeinen Zeitung". (DPA)