Con 71 votos a favor, 21 en contra y una abstención, los senadores avalaron la iniciativa del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que acotará las operaciones de todos los agentes extranjeros de seguridad, pero con repercusiones particulares para los de Estados Unidos.
“Aunque la iniciativa, la modificación y la reforma que estamos discutiendo no está dirigida a un país o alguna agencia, el solo hecho de proponerla, no podemos negarlo, ha generado discusiones importantes sobre sus implicaciones en la relación bilateral con Estados Unidos", manifestó el senador Ricardo Monreal.
La reforma establece la obligación de los agentes extranjeros de "poner en conocimiento de las autoridades mexicanas la información que se alleguen en el ejercicio de sus funciones" ante "las autoridades correspondientes".
También elimina la "inmunidad en caso de incurrir en la comisión de delitos o infracciones".
Asimismo, define por primera vez qué es un agente extranjero, establece un marco regulatorio y estipula que deben solicitar autorización para internarse en territorio mexicano.
Además, se limita "únicamente al desarrollo de las actividades de enlace para el intercambio de información con autoridades mexicanas".
Monreal, líder en el Senado del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), enunció que en México hay agentes de la DEA, del Departamento de Justicia de Estados Unidos, del Servicio de Alguaciles y del FBI, pero se desconoce con precisión su actuar por falta del marco legal.
“La presencia de estas y otras agencias en México es conocida y es también importante, pero también es sabido que en muchas ocasiones se ha actuado de manera poco regular, y se han extralimitado", manifestó.
La reforma es un intento del presidente López Obrador de reafirmar su soberanía en seguridad ante Estados Unidos.
Los senadores oficialistas replicaron la crítica que el líder izquierdista ha hecho a operativos como el de "Rápido y Furioso", una operación estadounidense de 2009 que consistió en introducir armas a México para rastrear a narcotraficantes.
"Ya basta que México ponga siempre los muertos", exclamó el senador Miguel Ángel Lucatero, del izquierdista Partido del Trabajo (PT).
REFORMA 'CUESTIONABLE'
Pero la iniciativa también ha despertado sospechas porque ocurre tras tensiones bilaterales por el caso del exjefe del Ejército mexicano Salvador Cienfuegos, detenido el 15 de octubre en Los Ángeles tras una investigación de la DEA que Washington no compartió con el Gobierno de López Obrador.
Tras el reclamo de López Obrador, quien ha presumido su relación con Donald Trump, el Departamento de Justicia de Estados Unidos aceptó el 17 de noviembre retirarle los cargos y devolverlo en libertad a México.
"La propuesta, lejos de proteger la soberanía nacional la debilita, puesto que podría debilitar también el combate al crimen organizado", argumentó el senador Ismael García Cabeza de Vaca, del opositor Partido Acción Nacional (PAN).
Los legisladores derechistas del PAN votaron contra la reforma por considerar que debilitaría la relación de México con Estados Unidos.
"Resulta cuestionable que podamos establecerles obligaciones de manera unilateral a través de una ley nacional y no mediante un convenio o un tratado bilateral", advirtió la senadora Guadalupe Murguía.