"Por desgracia se perdió mucho tiempo. Será complicado estudiar todas las causas", afirmó el experto Oleg Storchevoi en declaraciones recogidas por la agencia Interfax.
Los cadáveres de los pasajeros estuvieron mucho tiempo en la zona de la catástrofe sin ser analizados y los restos del avión fueron retirados en la zona de combate ucraniana probablemente también por compasión, indicó. "El informe es el inicio de un trabajo largo. La investigación objetiva tiene que continuar", afirmó Storchevoi.
Por su parte, el primer ministro de Malasia, Najib Razak, volvió a exigir hoy acceso a la zona donde cayó el aparato en vista de las muchas preguntas sin respuesta.
Es fundamental "recuperar todos los restos humanos, concluir la investigación y transmitir la verdad", señala en su página web el dirigente.
Según los expertos holandeses que elaboraron el primer informe, el aparato fue atravesado por numerosos objetos de una gran energía. No hablan de misiles, aunque los datos refuerzan la teoría de que fue derribado por un arma de este tipo. Los analistas no se pronuncian sin embargo acerca de quién fue el responsable del hecho.
Razak subrayó que el informe aclara que no se detectaron problemas técnicos ni errores de la tripulación y que el vuelo MH17 seguía la ruta establecida de Amsterdam a Kuala Lumpur.
El primer ministro anunció además que el lunes fue enviado un grupo de expertos malasios a Ucrania, que esperan poder acercarse a la zona de la catástrofe gracias a que rige una tregua -aunque intermitente- entre los separatistas y el Ejército.
Justo antes de la presentación del informe llegaron a Kuala Lumpur hoy los restos de otras dos víctimas malasias. Hasta ahora han sido repatriados los cadáveres de 34 de los 43 muertos malasios desde Ámsterdam, donde todos los restos están siendo analizados por expertos forenses.
Los demás fallecidos eran 193 holandeses, 27 australianos, 12 indonesios, 10 británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos, un canadiense y un neocelandés. (DPA)
