El presidente de la Mesa Directiva, Ernesto Cordero, dirigió un mensaje para recordar la trayectoria vivida del hasta hoy senador de la República.
El ataúd con el cuerpo del senador Lujambio Irazábal arribó a la sede senatorial de Reforma a las 13:46 horas donde lo esperaban su esposa Teresa Toca, sus tres hijos; Íñigo de 21 años, Sebastián de 17 y Tomás de 14, así como el dirigente nacional del PAN Gustavo Madero Muñoz.
Asimismo se realizaron guardias de honor ante el féretro que fue cubierto con la bandera nacional.
En la ceremonia, en el salón de sesiones de la sede senatorial en Reforma, los legisladores montaron guardia de honor ante el féretro, acompañados de la familia del ex secretario de Educación Pública.
El ataúd con los restos de Lujambio Irazábal fue colocado en el centro del salón, y a su lado una fotografía de quien también fue consejero electoral del Instituto Federal Electoral (IFE).
“Con profunda tristeza hoy nos despedimos de un mexicano ejemplar, un hombre cabal y honesto, un servidor público que siempre realizó su trabajo con dedicación, compromiso y con amor a su país”, dijo Cordero Arroyo en su discurso.
En nombre del Senado, el legislador expresó las “más sentidas condolencias a Tere, Íñigo, a Tomás y a Sebastián (esposa e hijos de Lujambio), y les deseo que encuéntren la paz en este momento de dolor. Descanse en paz, querido Alonso".
Ante el féretro, que fue cubierto con la bandera de México, Cordero Arroyo calificó a Alonso como “un académico brillante y un politólogo excepcional”, que trabajo incansable por impulsar la transformación política de nuestras instituciones, para el México democrático del Siglo XXI”.
Reconoció en Lujambio a un hombre de Estado, cuya trayectoria en la gestión pública trascendió fronteras por su calidad ética, convicción humanista, capacidad de diálogo por encima de diferencias políticas o brechas ideológicas. “Un luchador en todo el sentido de la palabra. Gracias por tu tenacidad”.