Durante la misa en la parroquia de Santa María de la Asunción, en la capital mexicana, los asistentes colocaron en las primeras bancas fotografías de los 43 jóvenes desaparecidos.
Durante la ceremonia religiosa, el padre Miguel Concha, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, acusó a las autoridades de intentar lavarse las manos con detenciones cuando ellos también son responsables.
El sacerdote agregó que hace falta abrir más líneas de investigación, que se indague a las Fuerzas Armadas y a todas las policías del estado de Guerrero, en el sur de México.
"No están solos, no están solos", gritaron los asistentes en apoyo a los jóvenes asesinados el 26 de septiembre.
Durante la celebración fueron recordados los tres estudiantes asesinados ese día, así como Alexander Mora, quien fue identificado entre los 43 jóvenes desaparecidos.
Los familiares y la fiscalía informaron el fin de semana que los primeros resultados del análisis de restos localizados en un basurero de Cocula dieron positivo para la identificación de Mora.
La misa se realizó un día después de que los familiares exigieran al Senado mexicano la anulación de poderes en el estado de Guerrero y la suspensión de elecciones en 2015 en tanto no aparezcan los 42 jóvenes cuyo paradero se desconoce.
Los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre después de ser detenidos por policías municipales en la ciudad de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México. Los policías luego los entregaron al cártel Guerreros Unidos.
La desaparición estuvo precedida por ataques a tiros por parte de la policía, que dejaron seis muertos: tres alumnos de Ayotzinapa, un futbolista de 15 años, el chofer del equipo y una mujer que iba en un taxi. Uno de los alumnos no sólo fue asesinado, sino que además le fue arrancada la piel de la cara y le sacaron los ojos.
Sicarios detenidos por la fiscalía han señalado que los estudiantes fueron asesinados y calcinados en un basurero cerca de Iguala y que sus restos fueron arrojados a un río.
Según las investigaciones, el alcalde fue quien ordenó a policías municipales interceptar los autobuses que llevaban a los estudiantes por temor a que "sabotearan" un acto público de su esposa.
Hasta el momento han sido detenidas 80 personas, entre ellas 44 miembros de la policía municipal de Iguala y Cocula, así como el ahora ex alcalde José Luis Abarca y su esposa, María de los Angeles Pineda Villa, como presuntos autores intelectuales del crimen. (DPA)