Netanyahu parte con ventaja en elecciones en Israel pese a críticas

Israel se enfrenta este martes a unas elecciones parlamentarias decisivas que marcarán el futuro de Cercano Oriente, en las que pese a las críticas y al estancamiento, el primer ministro Benjamin Netanyahu podría ganar un cuarto mandato.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

"Queremos un cambio", exigieron decenas de miles de personas en una manifestación en Tel Aviv poco antes de los comicios. "¡Todo menos Bibi! (el sobrenombre de Netanyahu)", afirma el eslogan de la centroizquierda israelí, reunida en la alianza Campo Sionista.

La agrupación está muy empatada en intención de voto con el partido derechista Likud de Netanyahu, pero pese a ello es probable que "Bibi" vuelva a formar gobierno porque a priori cuenta con más opciones de coalición.

¿Por qué es tan difícil sustituir a Netanyahu pese a que con su política de bloqueo se ha ganado innumerables enemigos dentro y fuera del país?

El profesor de Ciencias Políticas Avraham Diskin cree que el temor a los vecinos enemigos de Israel es uno de los principales motivos. El país es "como un mansión en la selva": en Siria la guerra civil arrasa desde hace cuatro años y a ello se suman el avance de la milicia terrorista Estado Islámico (EI) y reiterados conflictos con el grupo extremista palestino Hamas en la Franja de Gaza. El líder del Likud es visto como una personalidad fuerte que emana seguridad.

"La inmensa mayoría del mundo musulmán sigue considerando Israel como un Estado ilegítimo, y a eso se suma el temor a que Irán consiga la bomba atómica", señala Diskin, que da clases entre otras en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Natanyahu ha hecho de la lucha contra un Irán nuclear una de sus principales banderas. Incluso se arriesgó a empeorar sus relaciones con su principal aliado en el mundo para pronunciar un discurso en el Congreso de Estados Unidos, muy polémico pero también muy mediático.

"Los electores no tienen la sensación de que haya una auténtica alternativa (a Netanyahu)", añade Diskin. Su principal rival, Itzhak Herzog, de la oposición de centroizquierda, no ha conseguido darle brillo a su apagada figura.

Además, Netanyahu puede apoyarse en el amplio arco de formaciones de derecha en el Parlamento incluso en el caso de que el Campo Sionista de Herzog saque más votos. "La derecha siempre puede contar con más votos, aunque haya duras críticas a Netanyahu y su gobierno".

Las más recientes fueron acusaciones a él y a su mujer Sara sobre el despilfarro del dinero público con su costoso estilo de vida. Tras las elecciones se creará incluso una comisión investigadora.

Hubo además nuevas protestas sociales tras un nuevo informe crítico del supervisor de cuentas del Estado sobre la vivienda, que muestra que entre 2008 y 2013 los precios aumentaron un 55 por ciento. Cada vez menos israelíes pueden comprarse una casa.

Pese a ello, más de la mitad de los israelíes cree que Netanyahu volverá a ganar, mientras que apenas un 25 por ciento ve a Herzog como primer ministro. El paisaje de partidos está extremadamente dividido en Israel, incluso pese al aumento de la cláusula para entrar en la Knesset (Parlamento) al 3,25 por ciento de los votos.

Se calcula que 11 formaciones conseguirán ingresar en la Cámara, y por eso es probable que nadie tenga mayoría propia para gobernar. Harán falta semanas de negociaciones de coalición.

Si no hay un claro favorito, el presidente del país, Reuven Rivlin, podría obligar también al Likud y al Campo Sionista a formar un Ejecutivo de gran coalición, comentaba el diario "Times of Israel". Si, como predicen las encuestas, la lista árabe queda en tercer lugar, en ese caso el jefe de la oposición sería un árabe por primera vez en la historia israelí.

El Campo Sionista de Herzog y la ex ministra Tzipi Livni apuesta por retomar las negociaciones de paz con los palestinos. La organización israelí Peace Now denunció un aumento dramático de los asentamientos judíos durante el gobierno de Netanyahu.

Tan solo en 2014 se empezó un 40 por ciento más de obra nueva que el año anterior. Por eso en las elecciones se juega "el futuro de la solución de los dos Estados", alerta Peace Now. "Cada año con la derecha en el poder aumentan los asentamientos y se reduce la probabilidad de dos Estados". (DPA)