"Estoy convencido de que ningún actor político ni ningún partido político tiene derecho a lastimar la unidad de los mexicanos, a polarizar aún más los ánimos", aseguró Peña Nieto en una rueda de prensa mantenida con medios de comunicación nacionales.
En el encuentro, Peña Nieto llamó a los demás partidos a "deponer cualquier actitud que polarice los ánimos de la sociedad".
"México quiere vivir en un clima de armonía, de paz y de unidad social. Y nadie tiene derecho a poner en riesgo esta condición que queremos todos los mexicanos", agregó.
La coalición izquierdista liderada por Andrés Manuel López Obrador no aceptó el resultado oficial de los comicios y, pese a tener una diferencia en contra de 6,6 puntos porcentuales con respecto a Peña Nieto, está decidido a buscar la invalidez o la anulación de las elecciones siempre en los cauces que establece la ley.
Frente a ello, Peña Nieto dijo hoy que será respetuoso con los tiempos que marca el proceso electoral, que dan un plazo máximo al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hasta el 6 de septiembre para analizar y validar o no los comicios.
Peña Nieto aseguró que a su favor había un apoyo "claro y evidente" de los votantes, 19,2 millones de mexicanos, frente a casi 15,9 millones de partidarios del izquierdista López Obrador.
Reiteró que tiene "un respaldo mayoritario de la sociedad mexicana" y que su compromiso es "gobernar para todos los mexicanos", y hacerlo "en absoluto respeto a la diversidad y a la pluralidad de nuestra sociedad".
"Espero encontrar de todos los partidos políticos y de sus representantes un ánimo y una mayor disposición para abonar a la construcción de México", apuntó.
Por otra parte, el conservador PAN celebró una reunión de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN), la primera tras su derrota, y reconoció los resultados de elección pero denunció que hubo inequidad.
"Las elecciones fueron bien hechas, independientemente de los resultados, es una obligación de candidatos y partidos asumirla como parte de nuestro compromiso democrático. Consecuentemente, reconocemos los resultados oficiales hasta ahora publicados", apuntó el presidente del PAN, Gustavo Madero.
El partido conservador, en el poder desde 2000 en México y que lo perderá el próximo 1 de diciembre si Peña Nieto es finalmente nombrado presidente, hizo, sin embargo, una crítica del proceso electoral, que no consideró "equitativo" ni "ejemplar".
"Por el contrario existe evidencia importante de inequidad severa y de faltas graves" ante las cuales Madero pidió al Instituto Federal Electoral (IFE) y al máximo tribunal electoral que las tenga en cuenta.
Entre los asuntos donde estarían la mayoría de las irregularidades, según el partido conservador, son "el evidente rebase de los topes de gastos de campaña" y "la compra directa de votos", entre otros temas.
Pese a ser ese último punto el caballo de batalla que López Obrador para intentar anular o invalidar los comicios del 1 de julio, el PAN no se unirá a esas impugnaciones de la izquierda.
"En el Gobierno o en la oposición siempre sabremos poner el interés de México por encima de cualquier otro", concluyó.
Finalmente y con respecto al proceso, el Instituto Federal Electoral (IFE) informó hoy que tiene abiertos cuarenta procedimientos por supuestas irregularidades en las pasadas elecciones, 24 de los cuales contra el PRI, 12 contra el PRD y 4 contra el PAN.
Los hay por presunto rebase de topes de gastos contra López Obrador y Peña Nieto, en el caso del último "por gastos diversos, entre ellos el uso de aeronaves" durante la pasada campaña.
También contra Peña Nieto se indaga la presunta entrega de tarjetas de prepago Monex "para la compra y coacción del voto a favor de Enrique Peña Nieto", así como el "uso indebido de recursos y rebase de tope de gastos de campaña, a través de la distribución de tarjetas Soriana" con el mismo fin.
"En todos los casos la Unidad de Fiscalización realiza las investigaciones correspondientes para resolver en los plazos establecidos por ley, todas y cada una de las quejas presentadas", detalló el IFE.