Las cifras de la más reciente encuesta nacional en vivienda de Parametría, muestran la gran desconfianza que la población tiene sobre el verdadero propósito y uso de los programas sociales. El 75 por ciento de la población, cree que los recursos públicos y programas se utilizan más para conseguir votos; sólo 13 por ciento de los encuestados piensan que los programas y recursos de los gobiernos son para ayudar a la gente con menos recursos; 11 por ciento le atribuye ambos objetivos a los programas de asistencia social: ayudar a la gente a cambio de votos.
Es posible que algunas de las denuncias hechas por los partidos a mediados de abril hayan incidido en la percepción de la población, sin embargo, ésta en su totalidad concuerda en que en los tres niveles de gobierno se da un uso electoral de los programas sociales: 45 por ciento de los entrevistados opina que en todos los niveles de gobierno se brindan programas a cambio de votos; 20 por ciento cree que estás prácticas se dan más en los gobiernos locales o municipales: 17 por ciento observa que la obtención de votos a partir de programas sociales sucede a nivel estatal; y sólo 13 por ciento considera que esto ocurre con mayor frecuencia a nivel federal.
Asimismo, los audios publicitados donde supuestamente se demuestran los usos político-electorales de programas como “Oportunidades” por parte del PRI y del PAN han mermado la opinión de los mexicanos, afectando sobre todo la imagen del Partido Revolucionario Institucional. La mitad de la población (51 por ciento) acusa al PRI de ser el partido que más utiliza los programas para conseguir votos.
Dicha percepción aumenta al hacer un análisis por identidad partidista. Este aumento se observa sobre todo en los simpatizantes del PRD: 66 por ciento afirmo que el PRI es el que más utiliza los programas sociales para conseguir votos; 64 por ciento de los entrevistados que se declararon o se identificaron con el PAN piensan que el partido tricolor lucra con las carencias de la población para obtener sufragios; 53 por ciento de los encuestados que se declararon apartidistas suponen que el PRI se vale de los programas para obtener beneficios electorales.
Y aunque pudiera pensarse que los simpatizantes del PRI no dudarían de las prácticas de su partido, 37 por ciento lo hizo y aseveró que el partido es el que más condiciona la ayuda social para ganar votos.
Lucrar con programas sociales para conseguir votos es un delito, sin embargo son prácticas que continúan dándose por la acción de funcionarios y por la omisión de los electores que por miedo a perder apoyo de los programas, por miedo a denunciar o por no saber a quién acudir, siguen fomentando indirectamente el uso electoral de algunas medidas de asistencia social.
Los números muestran que la población que vendería su voto a cambio de obtener o continuar recibiendo asistencia social (6 por ciento) es menor; 34 por ciento menciona que simularía cambiar su voto por algún beneficio, pero que en la casilla votaría por quien había elegido. En contra parte, la mitad de los mexicanos (52 por ciento) afirma que rechazaría cualquier oferta o beneficio gubernamental que coaccione su voto libre y secreto.
