Merkel y Macron defienden el diálogo con Rusia tras la cita de Ginebra

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, defendieron este viernes el diálogo con Rusia y Turquía, pese a las dificultades, amparándose en la soberanía estratégica comunitaria y en que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también lo practica.

En una rueda de prensa conjunta en Berlín, donde ambos líderes se citaron para preparar el consejo europeo de la semana próxima, Merkel y Macron se mostraron convencidos de la necesidad de hablar con Moscú y Ankara, vecinos incómodos pero con los que se comparten asuntos esenciales, de Siria a Libia pasando por el cambio climático y la inmigración, cuestiones que no se pueden solventar sin ellos.

"Si Biden y (el presidente ruso, Vladímir) Putin hablan, nosotros también tenemos que hablar", argumentó la canciller, quien dijo de seguido que las posiciones enfrentadas sólo pueden acomodarse hablando.

La canciller definió como "gran reto" las relaciones de la Unión Europea (UE) con Putin y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

La UE precisa de Ankara para los conflictos en Siria y Libia, así como para frenar la inmigración y la estabilidad en el Mediterráneo oriental, indicó Merkel. Rusia, por su parte, es clave para la "seguridad y la estabilidad" en el continente europeo.

"Debemos mantenernos abiertos al diálogo, por difícil que éste sea", afirmó la canciller.

Macron señaló que es preciso -de ahí la importancia del próximo consejo europeo- una "actuación común" europea, una "línea europea coherente", solidaria y "responsable" en política exterior, soberana pero coordinada con aliados, que aúne los "valores" y las "preferencias europeas".

Con respecto a Rusia, agregó que hacen falta "reglas comunes para el contacto" con Moscú.

Merkel enmarcó este difícil diálogo con Rusia y Turquía dentro de un reposicionamiento de los socios dentro de la Alianza atlántica, un movimiento ligado al viraje de Estados Unidos hacia el Pacífico por la creciente relevancia global de China.

La canciller alabó el "clima de cooperación" que ha logrado Biden durante su gira europea y recalcó que en este contexto cada socio debe "jugar su papel" con "responsabilidad" y que los aliados europeos deben asumir "tareas de defensa común", especialmente en el continente.

"Debemos asumir algunas tareas y asumir más responsabilidades", como Estados Unidos "espera", indicó Merkel y agregó que la UE debe aumentar sus capacidades en Defensa.

Macron, satisfecho por el respeto de Biden a la soberanía europea, señaló que los pasos hacia la integración europea en el ámbito de la defensa "no son una alternativa a la OTAN, sino un componente" de la estrategia de la alianza.

Los europeos, aseguró el presidente francés, reconocen que deben aportar más a la seguridad común y destacó en este sentido los avances en proyectos militares dentro de la UE, como el avión del futuro FCAS, en el que además de Alemania y Francia participa España.

LA INCÓGNITA DE LA VUELTA A LA ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA

Evitando mostrar fisuras, Merkel y Macron esquivaron la pregunta sobre la vuelta a la estabilidad fiscal a partir de 2023, cuando concluya el período de suspensión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para poder afrontar con mayor flexibilidad presupuestaria la crisis del coronavirus.

"Todos estamos ahora de acuerdo en que por el momento está en suspenso", señaló la canciller, que auguró que se volverá a los criterios de Maastricht "en los próximos años". Macron, por su parte, resaltó que el objetivo es volver a los niveles de crecimiento, empleo e inversión previos a la pandemia.

La cita en Berlín, el primer encuentro físico en Cancillería en lo que va de año por la pandemia, va a ser una de las últimas bilaterales entre ambos líderes ya que la canciller abandonará la política activa tras las elecciones parlamentarias alemanas del 26 de septiembre.

Merkel y Macron se esforzaron por recalcar su sintonía y gran compenetración, aunque este eje franco-alemán no siempre ha operado de forma sincronizada.

En este sentido, el presidente francés recalcó la "voluntad común" de que el tándem siga actuando de forma coordinada, pero respetando las sensibilidades de sus socios comunitarios.