Una periodista le preguntó en la rueda de prensa desde Palacio Nacional si la "pausa" que propuso la semana pasada sería con contratos de empresas españolas, pero no diplomática ni política.
"A las empresas españolas y los contratos, y al influyentismo (influir para dar concesiones o privilegios), porque si ustedes investigan, que sí investigan, van a encontrarse cosas completamente para decirlo amablemente y usar un eufemismo, irregulares, en todas las obras", aseguró el mandatario.
El presidente mexicano aseguró que su Ejecutivo respeta "mucho" al "pueblo español", que es diferente de la monarquía, del Gobierno español y de las empresas de ese país.
"Y la única queja, el único cuestionamiento, es que se abusó en otros tiempos de nuestro país y se consideró (al país) como tierra de conquista. Por las empresas y por el influyentismo político que se llevaba a cabo arriba en la cúpula de los poderes, tanto de España como de México", agregó.
No obstante, aseguró que "no se rompe la relación".
López Obrador insistió en que no se deben entregar más "contratos leoninos", y denunció una vez más que empresas como Repsol contraten a "políticos" para su administración.
EN RESPUESTA A ESPAÑA
El líder izquierdista dio estas declaraciones luego de que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijera este lunes que España y México han sido en el pasado, y son en el presente, "dos pueblos hermanos", por lo que desea que se aceleren las relaciones entre los dos países, en vez de pausarlas.
López Obrador abrió una crisis entre ambos países al usar la palabra "pausa", aunque luego aclaró que no se trataba de una ruptura sino más bien de un ejercicio de análisis para "serenar la relación" y evitar el "saqueo" de México.
En reiteradas ocasiones López Obrador ha criticado la negativa de España de ofrecer disculpas a los pueblos indígenas de México por los abusos cometidos durante la conquista como él pidió para 2021, cuando se conmemoraron 500 años de la efeméride, rebautizada como "resistencia indígena".
Pero el mandatario también ha acusado a las empresas españolas de aún ver a México como "tierra de conquista y saqueo", en particular tras la reforma energética de 2013 que abrió el sector a los privados, pero sin que presentado demandas judiciales sobre esos supuestos casos de abusos.