Al respecto, el maestro Erick Antonio Ochoa, director de Iniciativas para el Control del Tabaco de la Fundación InterAmericana del Corazón (FIC) México, menciona que “en 2010 el Congreso de la Unión aprobó un incremento a los impuestos al tabaco que hoy, a pesar de lo que ha mencionado la industria tabacalera, resulta positivo para las finanzas públicas del país. Aunque el primer objetivo del incremento es disminuir el consumo de tabaco, lo cual se conocerá a detalle cuando esté lista la siguiente Encuesta Nacional de Adicciones, es claro que la política fiscal por sí misma ha dado resultados: hasta septiembre de este año, respecto al mismo mes del año anterior, la recaudación aumentó 9 por ciento en términos reales”.
El informe de la SHCP menciona que la recaudación por Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a productos de tabaco aumentó en 2011 de 19,934.5 a 22,463.6 millones de pesos, respecto al año anterior.
“Si atendemos a esta cifra, no resulta fácil entender por qué los legisladores decidieron no ajustar el impuesto para obtener mayores beneficios recaudatorios, como por cierto sí se hizo con la gasolina, cuando este año se generaron más de 2,500 millones de pesos adicionales que sirven para disminuir el déficit público que ocasionan los gastos por atención a enfermedades atribuibles al tabaquismo”, continuó el maestro Erick Antonio Ochoa.
“Con esta decisión, sin lugar a dudas, el próximo año tendremos mayor déficit público, actualmente estimado en 20,000 millones de pesos, entre otras cosas porque el país gastará igual o más en la atención de enfermedades atribuibles a la adicción al tabaco, pero con una recaudación 3 por ciento menor, por lo que esta política fiscal comenzará a perder su efectividad”.