La riqueza natural del Guerrero Negro, en la parte media de la península de Baja California, donde se producen cerca de ocho millones de toneladas de sal marina al año, es captada a través de la lente de Raúl Gil en la exposición “Guerrero Negro, santuario cristalizado”, que el Secretario de Economía, Bruno Ferrari, inauguró esta noche en la Galería de Arte de la SE.
A través de 43 fotos tamaño mural, Gil (Puebla, 1954) pasa lista a la biodiversidad y a la composición del paisaje formado por una gama de colores y tonalidades en cuyos terrenos opera la salinera más grande del mundo, que está a cargo de la empresa Exportadora de Sal (ESSA).
Durante la inauguración, el Secretario Ferrari dijo que esta exposición muestra el trabajo que realiza de manera cuidadosa Exportadora de Sal, ya que además de generar desarrollo para la región, opera con un gran respeto por el medio ambiente, de ahí los reconocimientos que le han otorgado como Empresa Socialmente Responsable.
“Gracias a la eficiencia lograda en las operaciones de la empresa, ha sido posible su funcionamiento dentro de áreas naturales con diversos grados y tipos de protección. Por ello, resulta de gran importancia mantener este equilibrio entre las actividades económicas y la preservación del medio ambiente en esa frágil y emblemática región”, precisó.
Acompañado por la Subsecretaria de Industria y Comercio de la SE, Lorenza Martínez Trigueros; el Oficial Mayor de la dependencia, Eduardo Seldner Ávila y el Director General de Exportadora de Sal, Edmundo Dahlhaus Elorduy, el Secretario Ferrari se refirió a la obra de Gil.
“La exposición que hoy presentamos, forma parte de una muestra que se exhibió en el Pabellón de México en la Expo Mundial de Shanghái en 2010, dentro de la semana dedicada a la minería mexicana. Es parte de una exhibición que no sólo llegó a recibir más de 140 mil personas, sino de una exposición que causó asombro por nuestras bellezas naturales y reconocimiento por el cuidado que México brinda a esta riqueza”.
En la muestra, Gil presenta imágenes de los procesos cotidianos de esta empresa que opera sobre una extensión cercana a la mitad de la superficie del Distrito Federal, para elaborar productos a base de sal, esenciales para la actividad productiva y la vida humana, con altos estándares de protección para el medio ambiente en el que se desenvuelve.
Remolcadores en el canal de navegación, carga de sal en barcazas, estaciones de bombeo, vasos cristalizados, así como la fauna, compuesta por patos golondrinos, pelícanos blancos, halcones peregrinos y charranes elegantes y, sin faltar, las ballenas grises que se avistan en la laguna Ojo de Liebre, forman parte de la muestra fotográfica que exhibe la riqueza de una de las reservas de la biosfera más grandes de Latinoamérica, El Vizcaíno.
El trabajo de Raúl Gil ha sido exhibido en lugares tan lejanos y diferentes como: Alemania, Argentina, Canadá, China, Escocia, España, Ecuador, Estados Unidos, Francia, Guatemala, India, Italia, Marruecos, Mónaco, Noruega, Perú, Polonia, Sudáfrica y Taiwán.
Dedicado básicamente a la fotografía de la vida salvaje, principalmente las aves y las ballenas, reconocido tanto a nivel nacional como internacional, Gil estudió Administración de Empresas en la Universidad de las Américas y cuenta con una maestría en Fotografía.
Las fotografías de Gil se han impreso en 59 libros, han participado en 392 exposiciones individuales y han recibido 262 reconocimientos. Gil se hizo acreedor al Hombre Cósmico que le otorga Fotozoom y Kodak, y en el concurso mundial, auspiciado por el WWF, Sierra Madre, Body Shop y Unidos para la Conservación, obtiene el primer lugar en la categoría de Aves, dentro de 14 mil fotografías de todo el mundo.