Subrayó que trabajan duro y firme "para combatir a los criminales y a la delincuencia organizada que hoy por hoy es la mayor fuente de vejaciones y violaciones a los derechos humanos de los migrantes centroamericamos y guatemaltecos".
El mandatario mexicano refrendó la solidaridad, fraternidad y el compromiso de México con los migrantes guatemaltecos y centroamericanos.
Destacó su convicción de seguir trabajando para garantizar un trato digno a cualquier guatemalteco o centroamericano que quiera ir a territorio mexicano por gusto, trabajo o "por hambre".
Acompañado por su esposa Margarita Zavala, Calderón encabezó un acto de agradecimiento a México de repatriados guatemaltecos en el cual el presidente de Guatemala, Alvaro Colom, impuso la Orden del Quetzal en Grado de Gran Cruz a la Bandera Mexicana.
A nombre de los repatriados, Colom Caballeros recordó que hace 17 años inició la repatriación de aquellos guatemaltecos que fueron desplazados hacia territorio mexicano por la lucha entre el Ejército y los grupos paramilitares.
En esta zona fronteriza, el presidente guatemalteco dijo que aquí "aprendimos a construir la paz" y relató que invitó a su colega mexicano a visitar el lugar "para que viniera a ver las vidas que salvó México".
En su oportunidad, Calderón Hinojosa expresó su agradecimiento por esta emotiva ceremonia y definió a México y Guatemala como dos naciones vecinas y pueblos hermanos, no excentos de problemas y dificultades.
Agregó que a ambas naciones las une la historia, la cultura, el pasado, el futuro "y la imperiosa necesidad de poder algún día vivir mejor".
Añadió que la condecoración a la Bandera Mexicana es por el "apoyo obligado" que México dio a los refugiados guatemaltecos, y resaltó la vocación del país en ese tema.
Calderón Hinojosa hizo también un reconocimiento a los guatemaltecos que se quedaron en México y que hicieron de esa nación su Patria, y que han hecho aportaciones al desarrollo.