Este curso se impartirá en los 31 estados de la República Mexicana, así como en el Distrito Federal, dando prioridad a los municipios considerados en la Cruzada Nacional contra el Hambre.
La Cruz Roja, por ser una institución con presencia en todos los estados del país, es la encargada de impartir los talleres, con temas como: hemorragias, estado de shock, heridas y quemaduras; reconocimiento y atención de fracturas; movilización de lesionados y soporte básico de vida pediátrico, previo a una evaluación primaria.
En estas capacitaciones, por ejemplo, el reconocimiento y atención de fracturas forma parte de la temática del curso, ya que la función de los huesos es de vital importancia porque permiten soporte, movimiento, protección a órganos y producción de glóbulos rojos, lo que hace necesario atender sus causas, que pueden ser traumatismos, esfuerzos o enfermedad.
Dolor, deformidad, incapacidad funcional, inflamación, crepitación ósea y hemorragias son síntomas de una fractura cerrada, mientras que en la expuesta el tejido óseo tiene contacto con el medio externo y lesiona piel, músculos e incluso arterias, venas y nervios.
Esguinces, luxaciones y torceduras pueden presentar datos similares a una lesión ósea y por eso es necesario atender cualquiera de estos problemas como si se tratara de una fractura.
La de mayor peligro es la fractura de cráneo y sólo en algunos casos puede identificarse por el sangrado que aparece en oídos, nariz y boca, además de moretones visibles en los párpados.
Cuando se presenta una fractura es necesario inmovilizar los miembros y el primer paso es asegurarse que la vía aérea de la víctima se mantenga abierta.
Es necesario que la parte fracturada no sea movida y, antes de inmovilizarla, evaluar el pulso de la víctima, la movilidad y la sensibilidad.
Las férulas, que ayudarán a que las fracturas sean inmovilizadas, pueden ser naturales, improvisadas o prefabricadas; en el primero de los casos, el miembro fracturado -brazo o pierna- puede alinearse con el que se encuentra sin lesión y fijarlos con una venda elástica.
Las férulas improvisadas se pueden fabricar con lo que se encuentre alrededor, como: cartón, periódicos enrollados, tablas y cobijas. Para su fijación se requiere de corbatas, cinturones, pañuelos o vendas elásticas.
Finalmente, las prefabricadas cuentan con aplicaciones precisas, según la fractura que se trate, pero su aplicación requiere de un entrenamiento especializado.
Las capacitaciones a las responsables de las estancias infantiles continuarán cada sábado hasta el 24 de agosto.