Biden, que llegó a Santiago a la ceremonia de investidura de Bachelet, quien asume por segunda vez como presidenta de Chile, mantendrá otra serie de encuentros con dignatarios latinoamericanos que también asisten al cambio de mando este martes.
Una de las preocupaciones en esos diálogos será la situación de Venezuela, azotada por protestas estudiantiles y sociales desde hace casi un mes.
Aunque tras las citas con Bachelet y Piñera el vicepresidente Biden no se refirió públicamente a la situación política en Venezuela, el tema lo había abordado ampliamente en la víspera en una entrevista al diario chileno "El Mercurio".
Maduro "ha tratado de distraer a su pueblo de los temas más importantes que están en juego en Venezuela al inventar conspiraciones totalmente falsas y extravagantes sobre Estados Unidos", dijo entonces Biden, que calificó de "alarmante" la situación en ese país y llamó a sus gobernantes a respetar los derechos humanos.
De sus reuniones de esta mañana, Biden dijo haber tenido una "gran encuentro" con Bachelet, y tras la entrevista con Piñera, donde elogió la estabilidad económica y política del país, anunció que espera reunirse con otros líderes de la región, entre ellos los mandatarios de Colombia, Perú y México.
Por su parte, Bachelet mantendrá este lunes reuniones con mandatarios latinoamericanos, así como con representantes de gobiernos europeos y de organismos internacionales.
Uno de esos encuentros será con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien tenía previsto arribar temprano esta mañana a Santiago, pero su llegada se ha retrasado y podría materializarse recién la tarde de este lunes.
Su visita ha despertado interés por la situación que atraviesa Venezuela y por la muerte de una ciudadana chilena, Giselle Rubilar, que fue alcanzada por una bala en la cabeza durante protestas en la ciudad de Mérida.
El canciller chileno, Alfredo Moreno, solicitó a su par, Elías Jaua, una investigación para aclarar las circunstancias del deceso de la mujer.