Además, el viaje coincide con el 150 aniversario de la evangelización de Benin y el cuadragésimo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el pequeño país de África Occidental y la Santa Sede.
En la víspera de la llegada del Santo Padre, las calles de la capital beninesa, Cotonú, engalanadas para la ocasión, lucen ya banderas de Benin y del Vaticano, mientras la comunidad católica cuenta las horas para recibir a Benedicto XVI.
"Estamos tan felices de acoger al Papa en nuestro país. Todo Benin le espera y pone todo de su parte para que esta visita sea un éxito", declaró a Efe Irma Adotévi, una fiel católica.
La prensa beninesa también parece entusiasmada con la presencia del Pontífice: "Benedicto XVI es, después de Juan Pablo II, el segundo papa en visitar Benin. Y es un honor para nuestro país, el pueblo y el clero", afirmaba esta semana el diario "La Nation".
La capital ha hecho un gran esfuerzo para limpiar las calles con motivo de la visita papal y, de hecho, unos carteles gigantes visibles en la ciudad instan a la población a mantener esa imagen.
Numerosos policías se han desplegado para garantizar la seguridad del Santo Padre, según el jefe de la Policía de Benin, Francis Béhanzin, quien no precisó el número de agentes movilizados.
Por su parte, los grupos corales del país se preparan activamente para estar a la altura del evento, ensayando día y noche.
Una canción ha sido compuesta para la ocasión y los coros la interpretarán durante la estancia del Papa, mientras los fieles rezan en las iglesias para que todo salga bien.
"«La visita del Papa es un orgullo y debemos hacer que sea un éxito. Por eso, los coros han ensayado mucho para ofrecer lo mejor de sí mismos", comentó Jacob Agbékpon, responsable de un coro.
"África -añadió Agbékpon- necesita la bendición del viaje del Papa, pues pasan cosas muy malas en el continente negro".
Para que nadie se pierda ni un detalle, un centro de comunicación se ha abierto al público para informar de la visita papal, al tiempo que se ha habilitado la web www.papeaubenin.com para ayudar a miles de voluntarios que trabajarán durante la estancia de Benedicto XVI.
"Es un evento que nos supera, si he de ser sincero, pero estamos felices de organizarlo", admitió el sacerdote André
Quenum, miembro del comité organizador, quien cree que el acontecimiento atraerá a Benin a muchos fieles de otros países de africanos.
El padre Quenum subrayó que existe una importante comunidad católica en Benin, considerado la cuna del vudú, la religión tradicional del país.
En esta nación de 9 millones de habitantes, "entre el 25 y el 30 por ciento" son católicos, frente a una mayoría que siente devoción por los cultos tradicionales, puntualizó el sacerdote.
"Más allá de las estadísticas -agregó-, la Iglesia tiene una amplia visibilidad en Benin, pues su acción no se limita solamente a los cristianos y católicos, sino a todas las demás religiones".
Algunos líderes benineses del vudú, religión que considera que los objetos y los elementos del mundo natural tienen alma y son venerados o temidos como dioses, también parecen contentos con la visita del Santo Padre.
"Tenemos los brazos abiertos para dar la bienvenida al papa Benedicto XVI", aseguró Dah Adoko Gbêdiga, dignatario religioso del vudú en Benin, al recordar que se han firmado "acuerdos de entendimiento entre católicos y vuduístas".
Noel Tadegno