Aseguró que en la muestra del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2010, se destaca que las personas con diabetes e hipertensión que cuentan seguridad social registraron mayores decesos (78 mil 522), frente a quienes no cuentan con algún servicio institucional de salud (62 mil 577).
El especialista participó en el Seminario Internacional sobre Pobreza y Vulnerabilidad Social, organizado la semana pasada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados (CESOP).
Afirmó que los retos de salud pública en México se dan principalmente en cuatro rubros:
El demográficos, con 77.8 años de promedio de vida en mujeres y 73.1 en hombres. El epidemiológico, con diabetes mellitus, cáncer y enfermedad cardiovascular. Los riesgos de violencia, tabaquismo y obesidad. El ámbito social con la inequidad como el común denominador y hacia el acceso universal de los servicios.
Resaltó que entre 2010 y 2012 se registra una cobertura de la población derechohabiente de seguridad social del 65 por ciento y del 33 por ciento que aún no tiene acceso a los servicios institucionales de salud.
La población sin cobertura de seguridad social se concentra en personas de 15 a 30 años de edad y el mayor porcentaje entre quienes tienen 20 y 24 años, explicó.
También señaló que el Seguro Popular se incrementó de más de 5 millones de personas en 2004,
a casi 53 millones en cifras de abril de 2012.
Lazcano Ponce destacó la necesidad de elaborar un registro poblacional de filiación y utilización de servicios de salud, así como de desarrollar un sistema único de monitoreo de indicadores de utilización, impacto y calidad de la atención.
También pidió que la evaluación debe ser externa a la de los proveedores de atención y recordó que en México todavía existen diferenciales regionales e institucionales en la condición de salud, “por lo tanto inequidad”.
“El principal reto es disminuir la inequidad con calidad de la atención”, concluyó.