Afirmó que estos temas son “el gran mito de este sexenio en materia de hidrocarburos”, como antes lo fueron las aguas profundas para la administración de Felipe Calderón y que se utilizaron como “ariete mediático” para abrir a la inversión privada el sector, bajo el argumento “falaz” de que Petróleos Mexicanos “no sabe cómo hacerlo ni tiene los recursos económicos o humanos necesarios”.
Sánchez Jiménez expresó que con la estrategia energética promovida en el PND “se busca modificar el marco institucional para ampliar la capacidad del Estado mexicano en la exploración y producción de hidrocarburos, incluidos los yacimientos no convencionales, como los de lutitas.
¿Con estas intentonas el presidente pretende cambiar la propiedad nacional del petróleo, otorgar concesiones o eliminar la exclusividad del Estado en la explotación de los hidrocarburos?, cuestionó el legislador.
Para ampliar la capacidad del Estado en la exploración y producción de hidrocarburos, agregó, se requiere reformar al artículo 4 de la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución en el Ramo del Petróleo que señala que la Nación llevará a cabo la exploración y explotación de este hidrocarburo por conducto de Pemex.
Sin embargo, aclaró, los conceptos de Nación y Estado no son sinónimos e intercambiables y es la Nación la que lleva a cabo la explotación, a través de Petróleos Mexicanos, por lo que el presidente Enrique Peña Nieto “está confirmando su vocación privatizadora” con estas acciones.
“No venderá a Pemex, pero pretende privatizar la actividad, sin considerar los graves perjuicios a la capacidad económica del Estado para atender las necesidades de las mayoría de la población”, asentó el legislador.
Ante este panorama, consideró necesario fortalecer a la paraestatal para transformarla “en una verdadera empresa”, a fin de que administre los recursos que obtenga después de pagar los derechos fiscales correspondientes y sin injerencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Además, es indispensable definir metas precisas para el desarrollo de las reservas de hidrocarburos, la ampliación de su capacidad industrial y el mejoramiento de precios y calidad de los combustibles.