Según la Coalición, al menos 23,000 cetáceos, entre delfines y marsopas, son matados anualmente en Japón. Los activistas destacaron que en la bahía de Taiji, cada 1 de septiembre comienza la temporada de caza de delfines.
Además de reprochar la cacería de los mamíferos, los ambientalistas propusieron alternativas al embajador Yoshihiko Sumi para el aprovechamiento de estos animales sin la necesidad de asesinarlos ni comercializar su carne.
Las propuestas se orientan al disfrute turístico de los animales, tomando como referencia el auge de la actividad en comunidades del Pacífico sur costarricense como Golfo Dulce y Dominical, donde las visitas guiadas de observación de delfines generan 16 millones de dólares anuales, destacó Luis Diego Marín, activista de la Coalición.
Varias decenas de personas participaron en la manifestación que tuvo como punto cumbre la entrega al embajador japonés de más de 100 origamis con forma de delfín, firmados por costarricenses en apoyo a la iniciativa de la Coalición.
La CCB está conformada por organizaciones locales como Marviva y Pretoma, además de recibir apoyo de otras internacionales como Greenpeace y WSPA (Asociación Mundial de Protección Animal).
El grupo ambientalista llevó a cabo una protesta pacífica similar en 2007 frente a la embajada japonesa, con el fin de denunciar la matanza de ballenas realizada por el país asiático.