El doctor Saúl Horacio Moreno Andrade, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-Golfo), considera que otro de los problemas a los que se enfrentará el nuevo gobernador veracruzano “son los reacomodos entre grupos políticos y sociales”, al haberse presentado por primera vez en la historia de Veracruz la alternancia política en la entidad.
“Son muy fuertes en este momento los reacomodos en estos grupos políticos, y se ve reflejado en el aumento en la violencia criminal; lo anterior, porque durante la gestión del gobernador con licencia, Javier Duarte, se fortalecieron los lazos entre las organizaciones criminales y los distintos actores de gobierno, incluyendo los encargados de la seguridad pública”, alerta.
La idealización del crimen organizado entre los jóvenes
Para el investigador del CIESAS, otro problema que deberá enfrentar Miguel Ángel Yunes es un fenómeno que hoy en día se registra con los jóvenes. “La estructura del pensamiento entre este sector de la población veracruzana se ha transformado al pensar que vale más vivir 5 años como ricos, aunque se muera de manera violenta, a vivir en la miseria”
Considera que desarrollarse en un ambiente marcado por un sistema de exclusión capitalista, en el que no hay trabajo -y más por la crisis del petróleo que vive el sureste mexicano-, aunado a la corrupción de las autoridades, “es lo que lleva a una parte de la juventud veracruzana a buscar modelos de vida transgresores”.
Para Moreno Andrade, la espiral de violencia que vive la entidad produce un “trauma psicocultural” y es entre los jóvenes donde se permea más este problema. “Ellos forman tribus afines a la cultura transgresora y desean los valores de ésta como es la búsqueda del poder”.
La falta de oportunidades, la ausencia de modelos orientadores pertinentes, y las representaciones violentas del crimen organizado se convierten en “códigos de comportamiento y se ven reflejados en productos culturales como los narcocorridos, que ensalzan la figura del hombre violento y coloca a la mujer como un objeto”.
Señala que la criminalidad en la entidad permea entre la juventud desde una perspectiva neoconservadora ya que “prevalecen los valores tradicionales machistas, donde yo gano por medio de la violencia, yo domino, las mujeres son objetos. Basta revisar las letras del Komander o Cartel de Santa, cuyos conciertos presentan llenos, y en los cuales paradójicamente son protegidos por la policía estatal”.
Moreno Andrade considera que las repercusiones de la inseguridad pública en Veracruz, también se ven reflejadas en lo que comunican las figuras de los tatuajes de los jóvenes, como la Santa Muerte, San Martín Valverde, San Judas Tadeo, recursos simbólicos que la gente tiene para evitar una muerte violenta o conseguir dinero y trabajo.
“A esto hay que agregar la afición entre los jóvenes de los autos de lujo, mujeres guapas, casas fastuosas, celulares de última generación, joyas, ropa de las mejores marcas, lo que no se tiene, pero se desea, al ver que son posesiones recurrentes tanto por parte de agentes de gobierno como por actores criminales”, concluye.