El club atenderá a 320 niños de esta populosa colonia, gracias a que la Secretaría de Desarrollo Social gestionó ante el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes de la Secretaría de Hacienda, la entrega en donación de un inmueble incautado al crimen organizado, que habría sido utilizado por la delincuencia como “casa de seguridad”.
Conocida popularmente como la “mansión”, esta casona que sobresale del entorno por su grandeza y lujo, que fue utilizada para la comisión de delitos, a partir de hoy abre sus puertas con una actividad totalmente diferente, que pretende rescatar a los menores de la calle, de los vicios y de la delincuencia.
En su nueva etapa, la casona funcionará como un club donde los niños podrán aprender mientras se divierten y desarrollan actividades productivas, bajo la administración y supervisión de la asociación civil Club de Niños y Niñas de Tijuana, un organismo internacional que opera centros de atención para niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
Aquí los “socios” pueden desde ahora tomar cursos de formación integral, cómputo, asesoría para prevenir adicciones, talleres de arte o practicar algún deporte, entre otras actividades.
Durante la inauguración de la casona con su “nueva administración”, el delegado de la Sedesol en el estado, Carlos Torres, afirmó que “el mensaje del Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, es muy claro: mejor becarios que sicarios.”
“Eso es lo que estamos haciendo en Camino Verde: convirtiendo una casa que servía para cometer delitos en un lugar para formar y educar a los menores, enseñándoles cómo enfrentar los problemas a los que se enfrentan diariamente en la colonia, en la calle, en sus casas”, expresó el funcionario federal.
Por su parte, Enrique Gamboa, fundador del Club de Niños y Niñas en Baja California, manifestó su agradecimiento a la Sedesol por el apoyo otorgado, que hizo posible el nacimiento del segundo club en Tijuana, justo en una de las colonias donde los menores y jóvenes corren mayor riesgo.
Ubicada en el corazón de la mancha urbana tijuanense, Camino Verde es una colonia marginada, donde habitan 40 mil personas en situación de pobreza y con muchas necesidades, que enfrentan problemas de hacinamiento, acumulación de basura e inseguridad.
Una referencia del riesgo que representa esta comunidad para los menores y los jóvenes radica en el hecho de que 258 reos que actualmente purgan condenas en la Penitenciaria de Tijuana, provienen de Camino Verde.
Hoy, la Sedesol impulsa aquí un proyecto comunitario integral en el que se involucran, en forma entusiasta, más de 600 vecinos que quieren que el Verde del Camino se convierta en un Verde que sea sinónimo de esperanza.
Por lo pronto, la dependencia federal, a través de los programas Hábitat y de Rescate de Espacios Públicos, ha destinado recursos para varios proyectos, que comienzan a lograr una transformación social y urbana en la colonia, como la construcción de un parque lineal que tendrá centro comunitario, biblioteca pública y canchas deportivas.
Complementariamente, el naciente Club de Niños y Niñas impartirá talleres de dibujo, música, computación y manualidades, además de otorgar a los niños todas las facilidades y asesorías para hacer sus tareas.