"Nos mudamos a Estados Unidos porque queríamos poner en orden nuestra vida privada", cuenta Bill en una entrevista con la agencia dpa con motivo del lanzamiento de "Kings of Suburbia", su primer disco después de cuatro años de silencio y el quinto en su precoz carrera.
"Después de tomarnos una pausa, comenzamos lentamente a volver al estudio. Algunos sacan un disco detrás del otro. A nosotros nos parece forzado, de algún modo", añade Bill en la conversación mantenida en Hamburgo.
Los hermanos de 25 años tenían apenas 16 cuando en 2003 su disco "Schrei" ("Grito") convirtió a Tokio Hotel en un fenómeno gracias a éxitos como "Durch den Monsun" ("A través del monzón"). Su cuarto y hasta ahora último disco, "Humanoid", salió en 2009.
Un año después, los hermanos se instalaron en Los Angeles huyendo del acoso de medios y fans. "Ya no podía escuchar el nombre de Tokio Hotel", recuerda Bill. "En Alemania no podíamos salir a la calle, no podíamos hacer nada".
Tom resume la renovación que significó dejar Alemania: "Para otros es duro, pero nosotros amamos el anonimato. Fue un lujo volver a tener tiempo para hacer música".
El retiro en Los Angeles les permitió recuperar la normalidad y tener lo más parecido a la vida de cualquier joven de 20 años, conocer gente que no aludía permanentemente a su condición de famosos y, sin presión, comenzar a trabajar en sus nuevas canciones. "Porque queríamos, no porque tuviéramos que hacerlo", remarca Bill.
La madurez, la libertad recuperada y el tiempo para componer se refleja en el nuevo disco, ya algo alejado de la estética de melenas erizadas, los ojos delineados de negro y el sonido punk y ruidoso de los comienzos.
Las 11 canciones van de la balada "Run, Run, Run", interpretada en piano con la voz de Tom, hasta el sonido electrónico pero matizado de "Love Who Loves You Back" cantado por un Bill más emotivo.
"Nuestro público es la gente con buen gusto musical", responde Tom cuando se le pregunta si sus fans, que también crecieron en estos años, comprenderán y disfrutarán el nuevo disco. Bill coincide: "Es una evolución natural. No hacemos un tipo de música concreto, sino simplemente la música que nosotros mismos queremos escuchar".
El grupo ya planea una gira mundial en 2015 para llevar su "Kings of Suburbia" de Francia a Australia pasando por Italia o Rusia.
Lo curioso es que, con 25 años recién cumplidos, los hermanos Kaulitz se enfrentan a un mundo muy diferente. "Venimos de otro tiempo", reconoce Bill. "En nuestro época no había Facebook, Twitter o Instagram. Era la vieja escuela. Aún firmábamos tarjetas".
De la capacidad para adaptarse a ese nuevo entorno y a su nuevo público dependerá que el Tokio Hotel más maduro vuelva a conquistar las listas de éxitos como ocurrió hace ya más de diez años. (DPA)