Niñas, niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad se mostraban listos para ser parte de la ceremonia que quedó en la historia de este lugar, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
A las ocho de la noche con cinco minutos, las luces del escenario en la explanada Los Jarochos resplandecieron, y la energía se desbordó cuando apareció en escena El Divo de Juárez, ataviado en un traje negro y una camisa en tono morado.
El cantautor, muy a su particular estilo, coreaba las melodías interpretadas en el opening por la Orquesta Sinfónica de Gobierno del Estado, así como de los solistas, músicos invitados, el Ensamble Coral Veracruzano, el Coro de la Orquesta de Música del Ayuntamiento de Xalapa y el Grupo Siquisirí de Tlacotalpan.
Juan Gabriel también recibió las llaves de la ciudad de manos del Alcalde Homero Gamboa Martínez, piezas hechas por artesanos de la zona, ante aproximadamente 10 mil asistentes.
Los clubes de fans de distintas zonas del país se hicieron presentes y entregaron un obsequio al homenajeado, creador de exitosas canciones como Querida y Amor eterno, que fueron coreadas previo al inicio del evento por los fans que, además, con porras demostraron cariño por el artista.
A su vez, en representación de los veracruzanos y de la administración pública estatal, el Secretario de Gobierno entregó un reconocimiento al cantautor por su destacada trayectoria en la música popular mexicana.
Posteriormente y como momento estelar, Juan Gabriel recibió la Medalla Agustín Lara, por parte de la señora Yolanda Santa Cruz Gasca, viuda de Lara y presidenta de la Fundación Agustín Lara AC, en reconocimiento a su 45 aniversario de trayectoria musical.
Luego del emotivo momento, El Divo de Juárez deleitó a los espectadores con éxitos del músico-poeta tlacotalpeño como Veracruz, para después entonar algunas de sus composiciones como La diferencia, No me vuelvo a enamorar, No vale la pena, Te voy a olvidar, Costumbres y otras más, por alrededor de dos horas.
Cada canción fue armonizada por los asistentes quienes gritaban ‘otra, otra, Juan Gabriel, Tlacotalpan te quiere, mientras eran complacidos por su ídolo.
Por último, el cantautor expresó el gusto por visitar la Perla del Papaloapan, además que le gustaría vivir en este bello pueblo, lo que generó aplausos y emoción de los presentes.
