La prensa sensacionalista en Estados Unidos especula con que la razón del cambio podría ser la vida amorosa de Anderson: la actriz canadiense y estrella de "Baywatch" se está divorciando de su marido el productor Rick Salomon por segunda vez.
Con todo, Anderson demostró con su vestuario que sigue sabiendo utilizar las curvas que la convirtieron en una celebridad. El vestido dorado hasta los pies, tenía una abertura hasta casi la cadera y un amplio escote que también mostraba más que dejaba intuir. Una publicación australiana señaló: "si el peinado es 'conservador', su vestido deja entender que todavía entinende lo que es diversión".
Anderson acudió acompañada de un jovencito: su hijo Brandon de 18 años, que no parecía tan tímido como se espera de un adolescente en una fiesta repleta de estrellas. Más bien llamó la atención con su indumentaria, un traje negro con la camisa bastante más larga que la chaqueta y unas botas que asemejan a las de quienes practican esquí.(DPA)