"Hay algo muy padre (bonito) de las adolescencias, y es que todo está a flor de piel. Necesitas gritarle al universo que aquí estás, necesitas pertenecer, tener algo en lo que creer, tener amigos, también está naciendo el despertar sexual y creo que todos estos elementos se pueden ver en 'Muerte al verano'", dijo a Efe Joshua Okamoto, uno de los protagonistas.
La película, que será estrenada después de haber competido en 2019 en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), cuenta la cotidianidad de Dante (Yojath Okamoto, hermano de Joshua), un adolescente que pasa su vida entre la música, las fábricas de Monterrey (norte de México) y la violencia de dicha ciudad.
A pesar de vivir rodeado de cosas grises, cuenta con una banda de "death metal" que creó con sus mejores amigos y también con la aparición de Lucy (Ana Valeria Becerril), la novia de su hermano en coma, quien genera caos e inestabilidad, pero también esperanza y la emoción de las primeras veces.
Becerril consideró que en la película logra dar importancia a las preocupaciones de los chicos y, "a pesar de que hay de fondo este escenario no tan esperanzador de vivir en una ciudad llena de violencia", los personajes deciden que sus mayores problemas son "los de un adolescente: enamorarse, pelearse con sus amigos o tener una banda".
Con ella coincidió su compañero Daniel Lavalle, que destacó que "cuando eres adolescente vives todo con mucha intensidad (...) y es una etapa por la que todo el mundo pasa", algo que, aseguró, se refleja en la pasión de los personajes por lo que están haciendo.
En este sentido, a través de lo que el propio Dante establece como "pequeñas batallas" que parecen enormes luchas para un adolescente, se va construyendo "Muerte al verano", donde el director, Sebastián Padilla, reflejó parte de sí, pero también del resto de guionistas.
"La historia se crea con base en vivencias, anhelos y pesadillas mías y de las personas que tocaron el guión. Se hizo una suma de muchísimas ideas y momentos, y así se fue tejiendo la historia", dijo Padilla.
De hecho, el director toca la guitarra y es cercano al "death metal", situación que no vivía nadie del elenco antes de llegar al proyecto.
"Para mí fue el primer acercamiento a este género. Venía con un montón de estereotipos como que era puro ruido o que eran bandas nada más de hombres y justo a la hora que Sebastián me propone este personaje de una chica que canta metal (investigo) y resulta que me encuentro con una escena grandísima de mujeres", relató Becerril.
Por su parte, Yojath aseguró que Padilla les dio "muchísimos referentes", por lo que fueron descubriendo el "death metal" a la par del proceso de rodaje y un poco antes, ya que les dieron clase de guitarra, batería y bajo. Elementos que, dijo, les ayudó a "adentrarse en los personajes, a saber quiénes son, cómo se relacionan o por qué les importa tanto esto".