Lloró el cielo de Ciudad Juárez en el retorno del hijo pródigo

Si alguien sabía ser romántico y hacer de un momento una canción, ese era Juan Gabriel, por lo que el cielo de Ciudad Juárez le pagó con la misma moneda haciendo del chipichipi un poema de bienvenida a su morada definitiva.

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Si se quisiera hablar del retorno de Juan Gabriel a Ciudad Juárez en términos científicos y de cuestiones de física, se diría que Newton manifestó su tristeza, derramando unos 25 milímetros de lágrimas en el momento que su hijo predilecto regresaba a casa.

Si aquello quisiera hacerse romántico y musical, se tendría que echar mano de alguna de las miles de canciones del propio Juan Gabriel: “Lloviendo está y a través de la lluvia, hay un triste adiós y un amor termina...”.

Y es que desde temprano, la Dirección Municipal de Protección Civil había advertido un 50 por ciento de probabilidad de lluvias, lo que más tarde confirmaron y con creces, pues se determinó la alerta naranja, con posibilidad de convertirse en roja.

De cualquier forma, el regreso del nombrado Chihuahuense Distinguido por la Legislatura local estaba determinado: retornaría este miércoles, aunque hubo peticiones para que las cenizas del juarense prolongaran su estancia por el sur del país.

Demasiado generosos habían sido los habitantes de la Ciudad de México, que por dos días fue el centro de atención de los cientos de miles de seguidores de Juan Gabriel que lloraron y se alegraron con sus cenizas.

Luego de esos dos días y de un maratónico homenaje que pareció poco, pues los capitalinos querían más, era tiempo de retornar a casa.

El regreso los fijó la familia del cantautor para los primeros minutos de este miércoles y lo cumplieron.

Cierto que a darle la bienvenida no acudieron los cientos de miles que si estuvieron en su homenaje el pasado sábado, ahí, en el frente de su casa, pero hay que considerar que era día laboral, la medianoche y además esas lágrimas caídas del cielo.

De cualquier forma, el “Amor eterno” de sus seguidores se hizo patente, pocos, pero suficientes para decirle que estará “Siempre en mi mente” y que esta Ciudad Juárez que él adoptó será siempre su “Querida” ciudad.

Luego de su regreso a casa, las cenizas permanecerán sobre la casona de la avenida 16 de Septiembre entre Colombia y Perú, que en breve se convertirá en el museo que albergará todos aquellos objetos que él y su familia escogieron para compartirlos.

Fuente: Notimex