Cuando RTL anunció este fin de semana el inicio de una investigación externa de presuntas “conductas sexualmente transgresoras” y “abuso de poder” en el concurso, advirtió de que no iba a hacer comentarios sobre las denuncias recibidas, pero la polémica ya estaba servida.
El director musical del programa, Jeroen Rietbergen, de 50 años, fue el primero en anunciar su dimisión inmediata y admitió haber tenido “contacto de naturaleza sexual” con algunas mujeres del programa y haber enviado “mensajes de WhatsApp con tintes sexuales”.
Veía esas relaciones como “recíprocas y en igualdad”, no desde una posición dominante, pero admitió que se dio cuenta de que su “comportamiento fue totalmente incorrecto” y nunca debió “haber hecho las cosas” que hizo, porque las víctimas “podrían haberlas experimentado” de manera diferente a él.
Ofreció sus “más sinceras disculpas a esas mujeres” y admitió haber sido “muy consciente de todo esto durante varios años”, e incluso recibió varias llamadas de atención por parte de su “cliente”, un conglomerado de medios vinculado ahora con la producción de "La Voz".
Además, explicó haber compartido entonces esto con su familia “con gran vergüenza”, lo que llevó a su mujer a separarse de él hasta que recibiera “ayuda profesional”, una “terapia” que le ha permitido, dice, “cambiar su comportamiento de forma drástica y permanente” y volver a recuperar su relación de pareja, hasta este lunes.
“He estado en una terrible pesadilla desde hace unos días. Han surgido tantas cosas que no sabía y que por ser anónimas no sé qué es verdad y qué no. Ahora he roto mi relación, Jeroen ya no vive conmigo”, anunció hoy Linda de Mol, pareja del músico Rietbergen.
Linda es hermana del magnate neerlandés de medios John de Mol, uno de los hombres más poderosos del mundo del espectáculo en Países Bajos y creador original de este programa, que nació por primera vez en 2010 como "The Voice of Holland", pero ha sido adoptado después en diferentes países, incluidos Estados Unidos y España.
El rapero neerlandés Ali Bouali, uno de los “coach” del concurso desde 2013 (incluido en su versión para niños "The Voice Kids"), también está en el centro de la polémica: una mujer vinculada al programa presentó una denuncia en su contra por “conducta sexual inadecuada”, pero su equipo defendió su inocencia y aseguró que el artista “nunca ha abusado de su posición y nunca ha sobrepasado sexualmente los límites”.
La empresa de medios RTL recibió la semana pasada un correo electrónico del programa BOOS, de la organización pública de radio y televisión en Países Bajos BNNVARA, en busca de su reacción sobre estas denuncias que recopila en un programa que se emitirá el jueves, pero la compañía aseguró que “las acusaciones son muy serias e impactantes, y RTL no las conocía”, por lo que suspende temporal e inmediatamente el programa hasta obtener los detalles.
BOOS asegura que, además de Rietbergen, hay denuncias “contra varias personas dentro del programa” por acoso sexual.
La cantante neerlandesa Anouk anunció en un video en su Instagram que cesa su trabajo como “coach” de "La Voz Holanda", que acusa de ser “un grupo corrupto”, y subrayó que quería esperar a conocer más detalles de la investigación antes de reaccionar, pero con las declaraciones de Rietbergen y llamadas con otras personas, “sabe lo suficiente” como para “no querer volver a 'La Voz'”.
Consideró lo ocurrido “triste y decepcionante”, estimó que hay “un problema estructural” con el programa y subrayó que no quiere “trabajar en un lugar donde varios hombres han abusado de su posición durante años, y donde se ha optado deliberadamente por mantenerlo en secreto y mirar hacia otro lado”.
El presentador de "La Voz Holanda", Martijn Krabbé, dijo estar “completamente sorprendido y conmocionado” por la noticia, e instó a “sacar a la luz toda la verdad”.
Tras el estallido de la polémica, la empresa de telecomunicaciones T-Mobile decidió dejar de patrocinar el programa y se “distanció expresamente de cualquier forma de comportamiento transgresor”.
La cadena de supermercados Lidl también confirmó que suspende de momento el patrocinio del concurso, a la espera de más información sobre la investigación.
El programa, en el que el jurado está sentado de espaldas para escuchar cantar a los candidatos, se emitía los viernes en Países Bajos y atraía a más de 1.6 millones de espectadores.