Antonio Banderas: "En España también se puede hacer ciencia-ficción"

¿Ciencia ficción realista y "made in Spain"? Aunque pueda sonar contradictorio, así se define "Autómata", el nuevo trabajo que produce y protagoniza Antonio Banderas y que hoy se estrenó en San Sebastián con ganas de dar mucho que hablar.

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El actor Antonio Banderas.

Sonriente y luciendo un bronceado envidiable, Banderas confesaba que se sentía "excitado" por poder ver finalmente la película en pantalla grande, con público y en un festival donde se siente "como en casa". Y es que aunque algunos hayan hablado de superproducción, "lo cierto es que es una cinta de autor hecha con sangre, sudor y lágrimas", cuenta en entrevista con dpa y un pequeño grupo de medios.

El protagonista de "Desperado" da vida en esta ocasión al agente de seguros Jacq Vaucan, que trabaja en una corporación cibernética. Una catástrofe nuclear ha convertido la Tierra en un peligroso desierto radiactivo donde sólo se puede vivir en determinadas zonas de seguridad, respirando un aire controlado artificialmente.

A Vaucan, que está a punto de ser padre, le ahoga traer a un bebé a un mundo semejante. Y en medio de este conflicto existencial comienza a investigar una serie de extraños casos con robots que parecen haber transgredido sus protocolos de seguridad, poniendo en jaque el futuro de la humanidad.

Cuenta Banderas (Málaga, 1960) que el guión de "Autómata" le "cayó" en la mesa de maquillaje de "La piel que habito", y quien se lo tiró fue su compañera Elena Anaya, que había trabajado con el director Gabe Ibáñez en "Hierro". "No lo leí entonces porque Pedro (Almodóvar) absorbe mucho", aclara, pero en cuanto pudo hacerlo le cautivó.

Sin embargo, los comienzos no fueron precisamente fáciles, sino más bien una metáfora de lo que sucedería después: invitó a Ibáñez a Túnez, donde estaba rodando "Oro negro", pero el estallido de la Primavera Árabe convirtió su primer encuentro en dantesco, con un coche con los cristales rotos como escenario.

Después siguió un largo periplo en busca de financiación, hasta que Banderas consiguió mover uno de sus contactos. De hecho, él -y algún otro, añade- no han cobrado nada por su trabajo, y frente a lo que han publicado algunos medios, el presupuesto de "Autómata" se reduce a cinco millones de euros (6,4 millones de dólares).

"Autómata", señala Ibáñez, "bebe del universo sentimental de las novelas de Isaac Asimov" que leía de adolescente. Y es que aunque parece un género ligero, "la ciencia ficción tiene una capacidad filosófica muy potente" que en este caso plantea una reflexión sobre cómo el ser humano puede quedarse atrás en el proceso evolutivo.

La ciencia-ficción realista, lejos de ser un oxímoron, era muy habitual hace unas décadas, añade Ibáñez, cuya carrera comenzó supervisando los efectos especiales de filmes como "El Día de la Bestia". "Pero Hollywood ha convertido el género en un cine más familiar de aventuras en el futuro, diluyendo la línea entre la ciencia ficción y el cine fantástico".

"Nosotros queríamos una ciencia ficción con conexión directa a la realidad que nos ha tocado", apunta Banderas. Y para lograr ese realismo parten de una propuesta "retrofuturista", con robots físicos en lugar de digitalizados y los códigos narrativos del cine clásico, con iconografía del western y el thriller policíaco.

El actor, que debuta en este género, piensa que "Autómata" podría animar a otros cineastas españoles a abordar sin complejos la ciencia ficción, del mismo modo que él hace muchos años abrió el camino a otros actores que hoy triunfan en Hollywood. "'Autómata' es una prueba de que se puede hacer", afirma.

"Antes, los ovnis y los platillos volantes aterrizaban siempre en Estados Unidos. En España no podíamos pagarlo, y si se hacía, había tan pocos medios que tenía que ser necesariamente en forma de comedia", señala. No obstante, la película está rodada en inglés, y con la ex mujer de Banderas Melanie Griffith como secundaria, puesto que va dirigida a un público global.

Pese a las estrecheces, Banderas confiesa que había "cierto placer en volver a sentir que la necesidad crea estilo", como en sus comienzos como actor. Eso sí, aclara, aunque "Autómata" esté hecha sin ayudas públicas, no quiere decir que no las defienda. "Hace falta que el gobierno apoye al cine español, abra puertas y baje el IVA para que la gente vuelva al cine".

Mientras, él, como productor, seguirá metiéndose "en berenjenales" y arrimando el hombro aunque, como sucedió con la película animada "Justin y la espada del valor", pierda dinero. "Fue un puñetazo económico muy duro, pero queda la satisfacción de la película y de haber dado trabajo a 150 personas". "Y no se me va la idea de reflotar el negocio", dice sobre sus estudios en Granada. (DPA)