Como resultado, la tasa personal de ahorro subió del 3.5 por ciento en noviembre el 4 por ciento en diciembre, la más alta desde agosto, ha añadido el informe.
Ajustados por la inflación, los ingresos personales disponibles, es decir lo que queda después del pago de impuestos, subieron un 0.3 por ciento el mes pasado.
El índice de precios en gastos de consumo, una medida de la inflación a la cual presta mucha atención la Reserva Federal, fue del 0.1 por ciento en diciembre. Si se excluyen los precios de alimentos y energía, la inflación subyacente fue del 0.2 por ciento.
El informe muestra que en todo el año 2011 los ingresos personales subieron un 2.2 por ciento pero el ingreso disponible real sólo creció un 0.9 por ciento.
El índice de precios en gastos de consumo subió el año pasado un 2.4 por ciento y su inflación subyacente fue del 1.8 por ciento.
El gasto de los consumidores equivale en Estados Unidos a más de dos tercios de la actividad económica, y los datos del gobierno muestran que los consumidores el mes pasado, a pesar de la temporada de fiestas y los incentivos ofrecidos por los comerciantes, se enfocaron más en reducir su deuda que en gastar.
Por muy saludable que esto pueda ser para la economía del hogar, esa actitud de los consumidores preocupa a los inversionistas y empresarios que dependen de un robusto crecimiento en la demanda para mantener el crecimiento de la economía en general.
En el primero de sus tres cálculos sobre el producto interior bruto el Departamento de Comercio indicó la semana pasada un ritmo anualizado de crecimiento del 2.8 por ciento entre octubre y diciembre. En el trimestre anterior el ritmo anual había sido del 3 por ciento.