S&P señaló en su apreciación el temor a que las "dificultades del sector financiero" hagan necesario un apoyo aún mayor de las autoridades, justo en un momento de "incertidumbre política" que afecta a la credibilidad del país.
Bélgica tiene una elevada deuda pública (355,500 millones de euros a finales de octubre), que equivale al 97 por ciento de su PIB, y está inmersa en una grave crisis política, ya que los partidos políticos no han conseguido un acuerdo de gobierno desde las elecciones de junio del año pasado.
El anuncio de S&P se produjo poco antes de que se reanudaran las negociaciones entre seis partidos políticos para intentar cerrar el presupuesto de 2012, que habían quedado rotas el pasado lunes, lo que hizo que el encargado de formar gobierno, el líder socialista francófono Elio Di Rupo, presentara su dimisión al rey Alberto II, si bien éste le pidió que continuara con su misión.
El bloqueo se produjo por las diferencias entre los dos partidos liberales (que piden que la reducción del déficit se logre por una combinación de recortes de gastos y más impuestos) y las otras cuatro formaciones, que priman un mayor esfuerzo fiscal.
Ante ese bloqueo ya finalizado, el gobierno que dirige el primer ministro en funciones, Yves Leterme, tomó el jueves varias medidas presupuestarias urgentes para garantizar la continuidad de la actividad del Estado en 2012 en caso de que no hubiera acuerdo de gobierno.
El déficit de Bélgica se ha reducido del 5.8 por ciento del PIB de 2009 al 4.1 por ciento en 2010, un resultado mucho mejor que el objetivo del 4.8 por ciento fijado inicialmente.
Para 2011 está previsto que el déficit sea del 3.6 por ciento del PIB y se busca cómo reducirlo al 2.8 por ciento, una tarea que se hará complicada por el débil crecimiento de la economía prevista para el próximo ejercicio.