El producto interior bruto (PIB) de la zona euro en su conjunto sólo subirá un 0.4-0.5 por ciento en 2012, después del 1.5 por ciento este año, señaló S&P en un informe difundido en París sobre las perspectivas europeas titulado "Vuelta a la Recesión", en el que precisa que la recuperación en el segundo semestre del próximo ejercicio será "modesta".
Esas nuevas estimaciones suponen una corrección a la baja del crecimiento de los tres grandes países de la zona euro en 2012: un 0.8 por ciento en lugar del 1 por ciento para Alemania; un 0.5 por ciento en vez del 0.8 por ciento para Francia, y un 0.1 por ciento en lugar del 0.2 por ciento para Italia.
La agencia de calificación añadió que la progresión del PIB español será del 0.5 por ciento en 2011 (tres décimas menos de lo que espera el gobierno), con una ralentización al 0.3 por ciento en 2012.
Para 2013 aventura que la zona euro en su conjunto registrará un alza del 1.2 por ciento, gracias en particular al 1.5 por ciento de Alemania y al 1.3 por ciento de Francia. Por debajo de la media se quedarán España (con un 1 por ciento) e Italia (0.5 por ciento).
Los autores del estudio mostraron sus dudas sobre la capacidad de muchos estados europeos para llevar a cabo "la necesaria reducción" de su endeudamiento en las condiciones actuales, en particular con un comercio mundial que va a progresar menos.
Fuera de la zona euro, el Reino Unido también se verá expuesto a una ralentización de su crecimiento, al pasar del 1 por ciento este año al 0.8 por ciento el próximo antes de repuntar al 1.5 por ciento en 2013, de acuerdo con esas mismas perspectivas.
S&P puso el acento en que la presión de los mercados financieros sobre la deuda pública de algunos países europeos tiene que ver con su dependencia del exterior para financiarse, es decir con la balanza de su cuenta corriente.
A ese respecto, recordó que esa balanza comercial está "esencialmente" en función del saldo comercial, y que la situación es particularmente delicada para Francia e Italia, dos países que en los últimos diez años han vivido un continuo deterioro de su déficit comercial.
La situación es notablemente diferente para Alemania, que ha reforzado su papel de exportador, pero también para España, que desde 2007 está consiguiendo un progresivo reequilibrio de su balanza exterior.
Los autores del estudio consideraron que el déficit exterior español de los últimos años se ha debido más a una "demanda excesiva" de productos importados que a un empeoramiento de los resultados de su sector exportador.