El dato, que supondría la mayor pérdida en la historia del fabricante de electrónica desde su fundación en 1912, contrasta enormemente con la previsión que la compañía publicó en octubre, cuando pronosticó 6,000 millones de yenes (60.3 millones de euros) de beneficio neto al final del presente ejercicio fiscal.
Sharp prevé además dejar su beneficio operativo en punto muerto para el ejercicio 2011, al tiempo que pronostica unas ventas de 255,000 millones de yenes (2,565 millones de euros), lo que supondría un 15.6 por ciento menos que lo registrado en el año fiscal 2010.
La compañía atribuye estos malos pronósticos a la importante disminución de los precios de las baterías solares y de los televisores con pantalla de cristal líquido, así como a la desaceleración económica mundial.
En cuanto a los resultados acumulados de los tres primeros trimestres del año fiscal 2011, Sharp informó hoy que registró una pérdida neta de 213,001 millones de yenes (2,143 millones de euros).
La cifra contrasta con los 21,827 millones de yenes (219 millones de euros) de beneficio neto que la firma obtuvo en el mismo periodo de 2010.
Entre abril y diciembre de 2011 su beneficio operativo se redujo un 86.3 por ciento con respecto al mismo intervalo de 2010 hasta los 9,137 millones de yenes (91 millones de euros), mientras que sus ventas se encogieron un 18.3 por ciento interanual hasta los 1.9 billones de yenes (19,116 millones de euros).