El mayor fabricante de chips de memoria del mundo explicó a su vez en un comunicado que espera que su facturación por ventas caigan un 4.9 % con respecto al mismo periodo de 2022 hasta situarse en unos 67 billones de wones (51,122 millones de dólares).
En relación al trimestre anterior, la ganancia operativa de la empresa con sede en Suwon creció un 15.22 %, pero sus ventas se encogieron un 0.59 % en octubre-diciembre con respecto a los tres meses precedentes.
Como es habitual en sus previsiones de resultados, la empresa no facilitó sus pronósticos en relación a su beneficio neto ni desgranó más datos por ramas de negocio.
Con base en estos números los analistas prevén que para todo el ejercicio 2023 el beneficio operativo de la empresa caiga un 85 % con respecto a lo cosechado en 2022, quedando la cifra en torno a 6.5 billones de wones (4,959 millones de dólares), y que sus ingresos por venta se resientan un 15 % hasta situarse en torno a los 258 billones de wones (196,860 millones de dólares).
La drástica caída de precios de los semiconductores, ante la reducción de la demanda y el exceso de inventarios tras el final de la pandemia, afectó sobremanera en 2023 a los resultados de Samsung, que tuvo que anunciar el pasado abril una reducción significativa de su producción de chips.
Aunque se preveía una recuperación más aguda hacia el cuatro trimestre del ejercicio, los datos presentados hoy por el gigante surcoreano echan por tierra los mejores pronósticos de los analistas y apuntan a que la recuperación del sector llevará más tiempo del esperado.
La compañía publicará su hoja de resultados del cuarto trimestre de 2023 a final de este mes.