Joyce ocupó el cargo desde noviembre de 2008 hasta el pasado septiembre, cuando se vio afectado por el malestar causado por una demanda contra el grupo aéreo por vender billetes de vuelos cancelados y una serie de quejas por el trato a sus pasajeros, así como el despido ilegal de sus trabajadores.
En 2023, la agencia que fiscaliza la competencia y el consumo en Australia demandó a Qantas por promocionar y vender de forma "engañosa" la venta de miles de billetes de más de 8,000 vuelos que ya habían sido cancelados entre mayo y julio de 2022.
Para zanjar esa demanda, Qantas acordó en mayo de este año pagar una multa de 65.5 millones de dólares (unos 60 millones de euros) y reembolsar unos 13 millones de dólares (12 millones de euros) entre más de 86,000 clientes.
El Tribunal Supremo además rechazó en septiembre de 2023 la apelación de la aerolínea contra una sentencia que consideró ilegal por el despido de 1,700 trabajadores en 2020, durante la pandemia de la covid-19, lo que abre la puerta a que los afectados pidan una indemnización en diversos frentes judiciales.
Los despidos y otros factores empeoraron la puntualidad de la aerolínea y repercutió en los problemas de la entrega de equipaje, lo que empeoró el golpe a la reputación de la aerolínea de bandera australiana.
Qantas aclaró hoy en un comunicado que considera que "aunque no se detectaron irregularidades deliberadas, la revisión (de las acciones) reveló que el Consejo de Administración y la dirección cometieron errores que contribuyeron a los importantes problemas de reputación y de servicio al cliente del Grupo".
Por lo que decidieron retirar a Joyce una serie de beneficios e incentivos a su favor.