De acuerdo a un reporte mensual, dado a conocer en Frankfurt, el crecimiento de la eurozona se debilitó tras comenzar el año con gran dinamismo y en ello ha influido la crisis de la deuda, el débil crecimiento de Estados Unidos y la ola de pánico en las bolsas.
La actividad económica mundial ha perdido impulso en los últimos meses, como lo demuestra la caída de los índices de clima económico. Factores transitorios, como los problemas en la cadena de producción de Japón a causa del terremoto y del tsunami han contribuído a la moderación de la actividad económica a escala mundial.
Señaló que, sin embargo, recientemente la economía japonesa ha dado señales de recuperación y las distorsiones que afectaron a las cadenas de producción se han ido reduciendo.
De esta manera, un factor que ha limitado el crecimiento económico mundial está desapareciendo gradualmente.
Además, el descenso de los precios de los alimentos y los combustibles en comparación con los máximos anteriores también podría haber aliviado en cierta medida la erosión del poder de compra.
Sin embargo, en varias economías industrializadas es preocupante el bajo nivel del crecimiento del empleo, lo que junto con sus problemas de deuda pública empañan las perspectivas del crecimiento mundial.
“Por el contrario, la mayoría de las economías emergentes siguen registrando un sólido crecimiento, como lo demuestran, por ejemplo, los favorables datos sobre la actividad económica en China durante el segundo trimestre del año”, destacó el informe.
Dichos datos han disipado algunas inquietudes respecto a la desaceleración del crecimiento mundial, al tiempo que han suscitado otras en relación con los riesgos de calentamiento de esa economía china.
Calificó de lastre la necesidad en algunas economías de países avanzados de sanear sus finanzas públicas ya que pesará en las perspectivas de crecimiento a mediano plazo en comparación con recuperaciones anteriores que tuvieron lugar después de una recesión.
El BCE indicó que “esta situación contrasta con el sólido crecimiento sostenido en la mayoría de las economías emergentes”.
“La inflación general se ha estabilizado en las economías avanzadas, mientras que, en las economías emergentes, se han intensificado las presiones inflacionarias”, agregó.
Destacó que aunque la inflación mundial se estabilizó en las economías avanzadas, las presiones inflacioniarias siguen siendo más intensas en las economías emergentes.
Así lo demuestra el aumento sostenido de las tasas de inflación en junio, hasta el 6.4 por ciento en China y el 6.7 por ciento en Brasil.
Esas presiones inflacionarias reflejan por una parte mayores restricciones de la capacidad productiva de países emergentes, así como un mayor peso de los precios de las materias primas en la canasta de consumo.
Por el contrario, en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la inflación interanual se redujo ligeramente hasta el 3.1 por ciento en junio después de 3.2 por ciento el mes anterior.
A pesar de los altibajos en los mercados financieros, de la agudización de la crisis de la deuda pública y la debilidad del crecimiento de Estados Unidos, la economía de los países del euro continuará creciendo en los próximos meses, pero con menos dinamismo.
En el reporte se asentó que en vista de las nuevas tensiones que se registran en algunos mercados financieros, el Consejo de Gobierno del BCE decidió el 4 de agosto realizar una operación de financiamiento a plazo más largo con vencimiento de unos seis meses.
El Consejo de Gobierno decidió seguir realizando sus operaciones principales de refinanciamiento, así como operaciones de financiamiento especiales mediante procedimientos de subasta con tipos de interés fijo “mientras sea necesario y al menos hasta mediados de enero de 2012”.