Luego de entregar el documento al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, el titular de la SHCP, José Antonio Meade, dijo que el paquete "considera un marco macroeconómico realista" y "refrenda la política de austeridad".
Detalló que el estimado de crecimiento considera una expansión más equilibrada entre los sectores que componen la economía, una disminución en la incertidumbre proveniente del exterior y el impacto positivo de la implementación de las Reformas Estructurales.
Asimismo, subrayó que mientras el gasto del gobierno federal bajará en un año de elecciones, subirá por un incremento en las participaciones federales y gasto autónomo, así como en el costo financiero y en el pago de pensiones.
Por ello, se plantea un gasto de 5 billones 236,400 millones de pesos, 2.2 por ciento más en términos reales respecto a la cifra aprobada para 2017, lo que representa un crecimiento de 113,400 millones de pesos.
Debido a que este es el Paquete Económico del último año de la presente administración, Meade Kuribreña anticipó que el presupuesto para el Fondo de Transición será por 150 millones de pesos, lo mismo que hace seis años.
De tal forma el paquete contempla un precio de petróleo de 46 dólares por barril, una plataforma de producción de un millón 900,000 barriles diarios y una plataforma de exportación de 888,000 toneles, lo que no representa un riesgo.
El responable de las finanzas públicas del país también anticipó que para el próximo año se prevé un tipo de cambio promedio diario de 18.10 pesos por dólar, mientras que para 2017 se anticipa que cierre en un nivel de 18 unidades.
Indicó que “la actividad económica crece a una tasa mayor a la esperada a principios de año, a pesar de un entorno externo complejo, y lo hace de una manera sostenible, balanceada e impulsada por las reformas estructurales que han comenzado a mostrar sus frutos”.
Esta mejora permitió un incremento en la estimación del rango de crecimiento económico para 2017, de entre 1.5 y 2.5 por ciento, a uno entre 2.0 y 2.6 por ciento.
El documento también prevé una meta de inflación del 3.0 por ciento para el próximo año, en línea con el objetivo del Banco de México.
La evolución de las cifras de finanzas públicas permite anticipar el cumplimiento de las metas fiscales para el año sin hacer uso de los recursos provenientes del Remanente de Operación del Banco de México (ROBM).
Los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) para el cierre de 2017 se estiman en 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), sin incluir los ingresos por concepto del ROBM y 1.4 por ciento del PIB al considerarlos.
Añadió que se obtendrá una reducción del Saldo Histórico de los RFSP, de 50.1 por ciento del PIB al cierre de 2016 a 48.0 por ciento al cierre de 2017, y destacó que este año se obtendrá el primer superávit primario desde 2008, equivalente a 0.4 por ciento del PIB sin el ROBM y a 1.5 por ciento del PIB al incluirlo.